Webb Identifica las Fibras de Red Cósmicas más Antiguas
Las galaxias, en lugar de estar dispersas aleatoriamente por el universo, se agrupan en intrincadas estructuras filamentosas con enormes espacios entre ellas. Los astrónomos del telescopio espacial James Webb han descubierto una estructura filamentosa de 10 galaxias que existía apenas 830 millones de años después de la Gran Explosión.
El filamento, de 3 millones de años luz de longitud, está anclado por un cuásar brillante con un agujero negro supermasivo en su centro. Los investigadores predicen que esta estructura acabará transformándose en un gran cúmulo de galaxias parecido al conocido Cúmulo de Coma, en nuestro universo local.
Sorprendentes resultados
Los investigadores han quedado asombrados por la forma alargada del filamento, que destaca por su asombrosa longitud y delgadez. El sorprendente hallazgo, una de las primeras observaciones de este tipo, ofrece datos esenciales sobre la creación temprana de estructuras de filamentos vinculadas a cuásares lejanos.
Feige Wang, investigador principal del equipo, subraya la relevancia de este descubrimiento en el contexto del proyecto ASPIRE, dedicado a examinar el entorno cósmico de los primeros agujeros negros.
Reconocimiento de la red cosmológica
La investigación cosmológica ha mejorado nuestro conocimiento de la creación y desarrollo de la red cósmica en las dos décadas anteriores. ASPIRE pretende ampliar nuestra comprensión del desarrollo de la estructura cósmica, incluida la aparición de los primeros agujeros negros significativos.
En su artículo, Joseph Hennawi, miembro del equipo de la Universidad de California en Santa Bárbara, destaca la importancia de comprender cómo se forman estos monstruos en expansión y cómo afectan al cosmos.
Las primeras sondas de agujeros negros supermasivos
Este estudio también se centra en las características de ocho cuásares del cosmos joven. Según los científicos, sus agujeros negros centrales tienen masas que oscilan entre 600 millones y 2.000 millones de veces la de nuestro Sol, lo que confirma su existencia menos de mil millones de años después del Big Bang.
Estos agujeros negros supermasivos se expandieron rápidamente a partir de grandes agujeros negros “semilla”, y los científicos buscan actualmente pruebas que lo expliquen.
Impacto en la formación de galaxias
Mediante las observaciones de Webb se ha obtenido información importante sobre el impacto de los primeros agujeros negros supermasivos en la formación estelar de las galaxias.
Además de acretar materia, estos agujeros negros producen fuertes descargas de material que pueden alcanzar galaxias enteras. Estas descargas pueden controlar y suprimir el desarrollo estelar en la galaxia anfitriona. Gracias a los descubrimientos de Webb de la Época de Reionización se pueden comprender mejor estos vientos y su efecto en la evolución de las galaxias.
Los descubrimientos recientes del telescopio espacial James Webb arrojan luz sobre la interconexión de las galaxias en la red cósmica. La identificación de un antiguo filamento de galaxias y el estudio de los primeros hoyos negros supermasivos proporcionan valiosas pistas para comprender la formación y evolución de las estructuras cósmicas.
Estos descubrimientos contribuyen a desentrañar los misterios del universo primitivo y amplían nuestros conocimientos sobre cómo surgen e interactúan las galaxias, los agujeros negros y las estrellas dentro de este vasto entramado cósmico.
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