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En un impresionante despliegue de ingeniería espacial, SpaceX ha logrado un hito sin precedentes. Alrededor de las 7:31 am CT, capturaron con éxito un propulsor Super Heavy utilizando su torre de lanzamiento después de que desplegara una segunda etapa Starship en órbita y realizara una reentrada controlada.

Después de seguir los lanzamientos espaciales desde las misiones Mercury, puedo decir sinceramente que nunca había presenciado un vuelo orbital en el que el éxito pareciera secundario con respecto al lanzamiento, hasta ahora. A las 7:25 am CT, desde la Starbase de SpaceX en Boca Chica, Texas, el enorme cohete Starship se embarcó en su quinto vuelo de prueba. El hecho de que despegara sin explotar, estrellarse ni sufrir ningún otro percance era prometedor, pero fue entonces cuando hizo historia.

Hito de separación en caliente

Alrededor de los dos minutos y 41 segundos de vuelo, la Starship realizó una separación en caliente, encendiendo los seis motores de su segunda etapa mientras seguía conectada a la primera etapa Super Heavy. En lugar de apagar los 33 motores Raptor, el Super Heavy redujo la potencia a sólo tres motores antes de la separación.

Mientras la segunda etapa de la Starship ascendía a órbita, el Super Heavy realizó una maniobra rutinaria de reentrada, ejecutando un retorno controlado a la torre Mechazilla, que ahora servía como lugar de aterrizaje. Utilizando tres motores, que giraron sobre soportes cardánicos para posicionar correctamente el cohete, el Super Heavy se deslizó hasta los «palillos», que se cerraron suavemente a su alrededor para asegurar el cohete antes de su apagado final.

Sorpresa por el éxito del aterrizaje del Super Heavy

Un portavoz de SpaceX expresó su sorpresa por el éxito, señalando que esperaban que el Super Heavy se estrellara o se viera obligado a abortar y caer al Golfo de México en el último momento. La escena era casi surrealista, como sacada de un viejo episodio de Thunderbirds más que de una proeza de ingeniería del mundo real, sobre todo si se tiene en cuenta que el Super Heavy es aún más grande que la primera etapa de un Saturno V.

Mientras tanto, la segunda etapa de la Starship continuó su trayectoria orbital, concluyendo con un suave aterrizaje en el Océano Índico, una hora y cinco minutos después del lanzamiento. Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, el aterrizaje fue crucial para los ingenieros de SpaceX, especialmente preocupados por probar las mejoras introducidas en el escudo térmico de reentrada.

El lanzamiento de hoy ha sido inesperado, sobre todo teniendo en cuenta el actual conflicto entre SpaceX y la FAA. La agencia había declarado previamente que no aprobaría otro lanzamiento de la Starship antes de noviembre y multó a SpaceX con 633.000 dólares por no haber obtenido supuestamente las licencias y permisos necesarios. Por su parte, Elon Musk amenazó con demandar a la FAA por supuestas afirmaciones falsas sobre el impacto medioambiental de la Starship.

Sea como fuere, el próximo gran objetivo de SpaceX es capturar tanto el Super Heavy como la segunda etapa del Starship utilizando la torre. De lograrlo, se allanaría el camino para un sistema de lanzamiento con un tiempo de respuesta entre lanzamientos sin precedentes.

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