Utilizan con éxito las picaduras de mosquito para administrar vacunas

Utilizan con éxito las picaduras de mosquito para administrar vacunas

Credit: Pixabay

Los mosquitos, conocidos por propagar enfermedades como la malaria, han sido reutilizados por los investigadores como portadores de vacunas. En ensayos pioneros con humanos, estas vacunas transmitidas por mosquitos mostraron una eficacia de hasta el 90%, lo que da un giro sorprendente al papel de estas plagas en la salud humana.

En lugar de considerar a los mosquitos únicamente como vectores de enfermedades, los científicos de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres exploraron su potencial como sistemas naturales de administración de vacunas. Sorprendentemente, no fue necesario modificar genéticamente los mosquitos. La clave estaba en alterar el parásito Plasmodium falciparum, un organismo mortal que suele infectar a los humanos a través de las picaduras de mosquito.

cle of Plasmodium falciparum, the mosquito-borne parasite that causes malaria
Public Domain

Los parásitos modificados se comportan como sus homólogos dañinos hasta que llegan al hígado, donde normalmente se multiplican y causan los síntomas de la malaria. Sin embargo, los parásitos GA2 alterados detienen su desarrollo a los seis días y liberan antígenos en lugar de parásitos secundarios. Estos antígenos desencadenan una fuerte respuesta inmunitaria, entrenando eficazmente al organismo para combatir futuras infecciones.

Los ensayos en humanos muestran un 89% de éxito de las vacunas modificadas contra los mosquitos

Ring forms of P. falciparum in red blood cells
Dr. Graham Beards, licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International license

En los ensayos con humanos, los voluntarios recibieron picaduras de mosquitos portadores de estos parásitos modificados. Los resultados mostraron que el 89% de los participantes expuestos a los parásitos GA2 evitaron la infección de malaria cuando fueron picados posteriormente por mosquitos portadores de parásitos no modificados. Los efectos secundarios fueron mínimos, limitándose principalmente al picor asociado a las picaduras de mosquito.

Aunque el concepto de mosquitos portadores de vacunas es prometedor, sigue habiendo retos importantes. Producir parásitos modificados e infectar a los mosquitos requiere mucho trabajo y es caro, lo que dificulta el despliegue a gran escala. Además, este método es específico de la malaria y es improbable que funcione con otras enfermedades.

A pesar de estos obstáculos, el estudio abre interesantes posibilidades para futuras estrategias de control y vacunación contra la malaria, y los investigadores esperan realizar ensayos más amplios para confirmar sus hallazgos.


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