Una pulverización segura puede proteger los viñedos de los daños causados por el humo de los incendios forestales

El remedio inofensivo e ingerible fue creado por investigadores de la Universidad Estatal de Oregón. Su motivación surgió a raíz de los incendios forestales del noroeste del Pacífico de 2020, durante los cuales numerosos propietarios de viñedos de la zona tuvieron que deshacerse de sus cosechas.

La solución, entre sus componentes, incluye nanofibras de celulosa, quitosano y beta-ciclodextrina. El proceso consiste en pulverizarla sobre las uvas cuando aún están en la vid, dejando que se seque formando una película. Cuando el humo de los incendios forestales pasa sobre las uvas, esta película actúa como barrera, impidiendo que los compuestos que producen las manchas de humo, concretamente los fenoles volátiles, lleguen a la fruta subyacente.

Una distinción clave para la eficacia en la vendimia

Es fundamental comprender que la película bloquea estos compuestos en lugar de absorberlos. Por consiguiente, no es necesario lavar el recubrimiento durante la vendimia, lo que supone un ahorro de tiempo, esfuerzo y agua.

Durante las pruebas realizadas en los viñedos a lo largo de dos años, la aplicación del recubrimiento no mostró ningún impacto en el crecimiento o la calidad de las uvas. Actualmente se está evaluando el sabor, el aroma y otros atributos del vino elaborado con algunas de estas uvas.

Elizabeth Tomasino, profesora asociada de enología en la Universidad Estatal de Oregón, destacó el creciente desafío que supone el humo de los incendios forestales para las bodegas de todo el mundo. Destacó que los viticultores carecen actualmente de herramientas eficaces para mitigar los efectos del humo. El potencial de este recubrimiento, según Tomasino, podría tener un impacto transformador en la industria vitivinícola.

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