Un niño prodigio de dos años hace historia como el miembro más joven de Mensa

Mientras que la mayoría de los niños pequeños apenas están empezando a aprender el alfabeto, Joseph Harris-Birtill, de dos años, del Reino Unido, ya puede leer libros completos.

Ahora está explorando el código Morse, el alfabeto griego e incluso está desarrollando un interés por la tabla periódica.

Al ver sus extraordinarias habilidades, sus padres, Rose y David, se pusieron en contacto con la sucursal de Mensa en el Reino Unido para pedir consejo sobre cómo apoyar su desarrollo.

Mensa no solo les ofreció asesoramiento, sino que también aceptó a Joseph en sus filas, convirtiéndolo oficialmente en el miembro más joven de la historia de la sociedad de alto coeficiente intelectual más antigua y grande del mundo, con solo 2 años y 182 días de edad.

En 2023, Isla McNabb, de Kentucky, se unió a Mensa con 2 años y 195 días, después de que su inteligencia fuera evaluada en el percentil 99.

Cumplir con los altos requisitos de Mensa a una edad temprana

Para unirse a Mensa, los candidatos deben pasar una prueba de coeficiente intelectual reconocida o proporcionar pruebas convincentes de que se encuentran entre el 2 % de la población con mayor inteligencia.

Joseph cumplió esos requisitos a una edad muy temprana.

«Pronto quedó claro que era un niño extraordinario: se dio la vuelta a las cinco semanas, dijo su primera palabra a los siete meses y leyó su primer libro en voz alta de principio a fin con poco menos de dos años», contó su madre, Rose, a Vicki Newman, de Guinness World Records.

«A los dos años y tres meses, leía en voz alta con fluidez durante 10 minutos seguidos, contaba hasta 10 en cinco idiomas diferentes y contaba hacia adelante y hacia atrás mucho más allá del 100».

En comparación, la mayoría de los bebés no desarrollan las habilidades motoras necesarias para controlar la cabeza y el cuello hasta los cuatro meses de edad aproximadamente.

Los hitos del lenguaje suelen consistir en que los niños pronuncian su primera palabra clara alrededor de los 12 meses, mientras que la lectura en cualquier idioma no suele comenzar hasta los cinco o seis años.

Aunque los logros de Joseph son notables, no garantizan un camino fácil en el futuro. Los sistemas educativos suelen estar más preparados para ayudar a los alumnos que tienen dificultades para alcanzar los objetivos que a los que los superan con creces.

Buscar apoyo para un niño excepcionalmente dotado

Conscientes de los posibles retos que supone satisfacer las necesidades educativas y de desarrollo avanzadas de su hijo, Rose y David se pusieron en contacto con Mensa Reino Unido para pedir ayuda.

«Busqué ayuda adicional en Internet y descubrí que Mensa ofrece recursos y afiliación para niños excepcionalmente dotados», explica Rose.

«Esperamos que este logro le dé un sentido de orgullo a medida que crezca: ¡es un honor increíblemente raro, y todo el mérito es suyo!».

Los niños prodigio genuinos son extremadamente poco comunes, se estima que solo uno de cada 5 a 10 millones de niños lo es. Sus habilidades excepcionales suelen ser el resultado de una combinación de genética y entorno.

No importa lo adelantado que esté Joseph en sus estudios, está claro que cuenta con el amor y el apoyo que necesita para seguir explorando las profundidades de su extraordinaria mente a lo largo de su infancia.

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