Un importante metaestudio que confirma la eficacia de la tarificación del carbono
Empíricamente, los sistemas de tarificación del carbono han reducido las emisiones entre un 5% y un 21% en sus primeros años de funcionamiento. Los resultados de 17 políticas climáticas reales de todo el mundo han sido recopilados por un equipo de investigadores, lo que ofrece una visión más completa que nunca. Han utilizado inteligencia artificial para consolidar los estudios existentes y hacerlos comparables mediante un nuevo método de cálculo.
El Instituto Mercator de Investigación sobre los Bienes Comunes Mundiales y el Cambio Climático (MCC), con sede en Berlín, dirigió el gran metaestudio y lo publicó en Nature Communications.
Clarificar la política climática
«Este estudio puede aclarar el debate sobre la orientación fundamental de la política climática», afirma Ottmar Edenhofer, Director del MCC y coautor del estudio. « Los políticos han cuestionado repetidamente la eficacia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante la fijación de precios, centrándose a menudo excesivamente en prohibiciones y regulaciones. Aunque es necesaria una combinación de políticas, el conflicto sobre el instrumento básico óptimo de la política climática puede resolverse con hechos.»
El metaestudio comienza con una pregunta parecida a un experimento de laboratorio: ¿cómo cambiaron las emisiones tras la introducción de la tarificación del carbono, en comparación con un escenario simulado de mantenimiento de la situación actual?
Los investigadores realizaron una búsqueda por palabras clave en bases de datos bibliográficas e identificaron casi 17.000 estudios potencialmente útiles. Con la ayuda de métodos de aprendizaje automático, redujeron meticulosamente el número de estudios a 80 realmente pertinentes para su pregunta.
Se incluyeron estudios de China, la UE, Estados Unidos, Canadá y otros países.
Entre los estudios había 35 sobre sistemas piloto en China, 13 sobre el comercio de derechos de emisión en la UE, 7 sobre el sistema piloto de la Columbia Británica (Canadá) y 5 sobre la «Iniciativa Regional de Gases de Efecto Invernadero» de Estados Unidos.
Los estudios adicionales se centraron en sistemas de Australia, Canadá, Finlandia, Japón, Suecia, Suiza, Corea del Sur, Reino Unido y EE.UU. Anteriormente, el mayor metaestudio incluía algo menos de la mitad de estudios.
En un paso posterior, el equipo de investigación extrajo datos clave de las encuestas, incluidos indicadores estadísticos sobre el impacto de la tarificación del carbono, el método de aplicación (impuesto o comercio de derechos de emisión), el alcance y el momento de la introducción, y el periodo de observación, que variaba según la encuesta. En el metaestudio estandarizaron estas mediciones para garantizar la comparabilidad.
El equipo de investigación también ajustó los resultados en función de los puntos débiles de las encuestas primarias, como las desviaciones de los entornos de laboratorio estándar o la tendencia a publicar sólo los efectos estadísticamente significativos ignorando los menores.
El equipo de investigación ha puesto a disposición del público su concepto de cálculo especialmente desarrollado, señalando que puede servir de marco para que futuros estudios actualicen continuamente el impacto de una tarificación del carbono más amplia y elevada.
Los datos empíricos disponibles hasta la fecha muestran que la introducción de la tarificación del carbono en algunas provincias chinas ha tenido un impacto superior a la media en las emisiones. En general, el efecto se ve especialmente amplificado por el diseño proactivo de las políticas («efecto anuncio») y las condiciones favorables (bajos costes de evitación del CO2).
Menos significativo de lo que sugiere el debate político
Por el contrario, el estudio concluye que la importancia de que la tarificación del carbono se aplique mediante el comercio de derechos de emisión o mediante un impuesto es menor de lo que sugiere el debate político.
El metaestudio también subraya la necesidad de realizar más investigaciones empíricas sobre este tema. Niklas Döbbeling-Hildebrandt, estudiante de doctorado del grupo de trabajo de Ciencias Aplicadas a la Sostenibilidad del MCC y autor principal, afirma: «Aún no se ha realizado una evaluación científica de los efectos sobre las emisiones de más de 50 sistemas adicionales de tarificación del carbono».
Por otra parte, aún no se ha tenido en cuenta el reciente aumento sustancial de los precios del carbono. Asimismo, nuestra revisión sistemática de la bibliografía pone de relieve el potencial de mejora metodológica para realizar encuestas precisas e imparciales.
«Por consiguiente, son esenciales nuevas normas y más trabajo de campo. Son necesarias síntesis de investigación completas y significativas, incluso sobre la eficacia de otros instrumentos políticos, para que los responsables de la política climática sepan qué funciona.»
Read the original article on: Phys Org
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