Un estudio relaciona la grasa abdominal con el dolor crónico

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Un estudio pionero ha relacionado el exceso de grasa abdominal con el dolor crónico, pero la noticia positiva es que la pérdida de peso puede reducir el tamaño de la cintura y ayudar a aliviar problemas musculoesqueléticos generalizados.
Investigadores de la Universidad de Tasmania, la Universidad de Australia Occidental y la Universidad de Monash analizaron los datos del Biobanco del Reino Unido de 32.409 personas que se habían sometido a resonancias magnéticas de sus regiones abdominales para medir los depósitos de grasa, tanto la grasa visceral alrededor de los órganos como la grasa subcutánea bajo la piel.
En el momento de las exploraciones, también se encuestó a estos participantes sobre el dolor crónico en zonas como la espalda, el cuello, los hombros, las caderas, las rodillas o en todo el cuerpo que había persistido durante al menos tres meses.
La grasa abdominal se relaciona con el dolor crónico
De este grupo, se volvió a evaluar la resonancia magnética y el dolor de 638 pacientes dos años después. El estudio halló una relación entre ambos tipos de grasa abdominal -tejido adiposo visceral (VAT) y tejido adiposo subcutáneo (SAT)- y la prevalencia de dolor crónico. Los investigadores utilizaron un cociente que combinaba el VAT, el SAT y el dolor (cociente VAT:SAT) para evaluar esta relación.
Las mujeres, que constituían el 51% de los participantes, experimentaban un dolor crónico más generalizado con niveles más altos de grasa abdominal, mostrando el doble de focos de dolor cuando el IVA era elevado y un 60% más de dolor crónico con un aumento del SAT y del cociente VAT:SAT. En el caso de los hombres, el aumento del dolor crónico se asoció con un 34% (VAT), un 39% (SAT) y un 13% (ratio VAT:SAT).
«La grasa abdominal se relacionó con el dolor musculoesquelético crónico, lo que indica que los depósitos de grasa excesivos y ectópicos pueden desempeñar un papel en el desarrollo del dolor crónico generalizado y multisituado», explicaron los investigadores. También señalaron que los efectos más intensos observados en las mujeres pueden deberse a diferencias en la distribución de la grasa y los niveles hormonales entre sexos.
El estudio subraya la necesidad de una investigación más amplia sobre la grasa abdominal, el dolor crónico y los vínculos específicos entre sexos
Aunque se trata de un estudio observacional con una muestra relativamente pequeña (edad media de 55 años), los resultados ponen de relieve la necesidad de realizar estudios más amplios y a largo plazo para explorar la relación entre la grasa abdominal y el dolor crónico. Este estudio es el primero que relaciona esta afección con el tamaño de la cintura y no con el peso total o la obesidad. Las tasas más elevadas de dolor en mujeres con depósitos de VAT y SAT, potencialmente relacionadas con las hormonas y la distribución de la grasa, sugieren un vínculo específico del sexo que merece la pena investigar más a fondo.
Anteriormente, el exceso de grasa abdominal se había asociado a diversos problemas de salud, como un mayor riesgo de demencia (sobre todo en los hombres), diabetes y muerte prematura.
La conclusión positiva de este estudio, según los investigadores, es que reducir la cintura podría ayudar a aliviar diversos problemas de dolor crónico, eliminando potencialmente la necesidad de medicación para tratar zonas de dolor específicas.
«El exceso de grasa abdominal, incluido el tejido visceral y subcutáneo, está relacionado con el desarrollo del dolor crónico», explican. «En consecuencia, centrarse en la reducción de la grasa abdominal podría ser una estrategia eficaz para tratar el dolor crónico, especialmente para quienes experimentan dolor generalizado o multisitio».
Read the original article on: New Atlas
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