Un descubrimiento casual podría ser la clave para resolver la resistencia a los antibióticos
Un equipo internacional de investigadores ha logrado un importante avance en la comprensión de cómo las bacterias desarrollan resistencia a los antibióticos, un creciente problema de salud pública mundial. Este descubrimiento pone de manifiesto el complejo papel que desempeñan los plásmidos, pequeñas moléculas de ADN que contienen genes responsables de la resistencia. Al desentrañar estos mecanismos, los científicos pueden desarrollar tratamientos innovadores para combatir más eficazmente las infecciones resistentes a los fármacos.
Desvelar la interacción KorB-KorA
Los investigadores del Centro John Innes, en colaboración con expertos de Madrid, Nueva York y Birmingham, utilizaron el plásmido modelo RK2, una referencia mundial para estudiar la resistencia a los antibióticos. Su trabajo se centró en KorB, una proteína de unión al ADN esencial para la supervivencia del plásmido dentro de los huéspedes bacterianos. Aunque se sabía que KorB regula la expresión génica, el mecanismo exacto seguía sin estar claro.
Mediante microscopía avanzada y cristalografía de proteínas, el equipo descubrió que KorB interacciona con otra molécula, KorA, para formar un sistema regulador. Este complejo KorB-KorA funciona como un mecanismo de silenciamiento génico: KorB actúa como una pinza de deslizamiento del ADN, mientras que KorA lo bloquea en su lugar para cerrar la expresión génica. Este proceso garantiza que el plásmido permanezca estable y no sea detectado en su huésped bacteriano.
Transformar la curiosidad en descubrimiento
El Dr. Thomas McLean, primer autor del estudio, destacó cómo un experimento impulsado por la curiosidad condujo a un gran avance. «Inicialmente nos centramos en KorB, pero un experimento realizado el viernes por la tarde reveló el papel de KorA en la sujeción de KorB en el momento y lugar adecuados, reorientando nuestra investigación sobre la regulación génica de largo alcance en bacterias».
Este descubrimiento arroja luz sobre cómo el complejo KorB-KorA silencia genes distantes, permitiendo que los plásmidos persistan en huéspedes bacterianos. Los hallazgos abren la puerta a terapias que desestabilicen los plásmidos y vuelvan a sensibilizar a las bacterias a los antibióticos.
El estudio resuelve un misterio de décadas sobre cómo KorB regula los genes del plásmido RK2, resistente a múltiples fármacos. Los investigadores están ampliando su trabajo a otros plásmidos de importancia clínica e investigando más a fondo el mecanismo KorB-KorA.
El estudio, publicado en Nature Microbiology, ofrece nuevas esperanzas para combatir la resistencia a los antibióticos.
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