Tejido cerebral humano descongelado funciona perfectamente 18 meses después

Tejido cerebral humano descongelado funciona perfectamente 18 meses después

Unos científicos chinos han desarrollado una nueva mezcla química que permite congelar y descongelar tejido cerebral sin dañarlo. Crédito: Depositphotos


Un prometedor avance para los futuros líderes de la animación podría ser un método para revivir cerebros congelados sin causar daños. Los científicos chinos han creado una nueva mezcla química que permite que el tejido cerebral congelado recupere su funcionalidad.

Aunque la congelación consigue preservar la materia orgánica evitando su descomposición, causa daños. Los cristales de hielo que se forman al congelarse el agua que contiene el material pueden desgarrar las células. Por eso la carne o la fruta descongeladas tienden a volverse blandas.

Pero el problema es más grave cuando los órganos o tejidos destinados a trasplantes o investigación se someten al mismo proceso.

Recientemente, científicos de la Universidad de Fudan (China) han realizado experimentos con distintos compuestos químicos para identificar los capaces de preservar el tejido cerebral vivo durante la congelación.

Los investigadores empezaron evaluando las sustancias químicas prometedoras en organoides cerebrales, que son pequeños grupos de tejido cerebral cultivados artificialmente que maduran en varios tipos de células relacionadas.

Recuperación química y evaluación del proceso de congelación

Después de sumergir los organoides en diversas sustancias químicas, los investigadores los congelaron en nitrógeno líquido durante 24 horas. Después, descongelaron rápidamente los organoides en agua caliente y los controlaron a lo largo del tiempo para evaluar su funcionalidad, crecimiento y signos de daño celular.

Las sustancias químicas que demostraron la mejor protección de los minicerebros pasaron a la siguiente fase, que consistía en probar distintas combinaciones en experimentos similares de congelación y descongelación.

Después de varias rondas de pruebas, los investigadores identificaron la mezcla más prometedora, denominada MEDY, compuesta por metilcelulosa, etilenglicol, DMSO e Y27632. Los científicos cultivaron minicerebros en distintas fases de desarrollo, desde cuatro semanas hasta más de tres meses. A continuación, congelaron estos minicerebros en MEDY, los descongelaron y los controlaron durante varias semanas.

Su crecimiento y funcionalidad son comparables a los de los organoides no congelados

Los organoides cerebrales conservados en MEDY mostraron patrones funcionales y de crecimiento similares a los no congelados. Curiosamente, un lote congelado en MEDY hasta 18 meses seguía mostrando protecciones comparables frente a daños tras la descongelación.

También congelaron muestras de tejido cerebral vivo obtenidas de un paciente epiléptico y comprobaron que el MEDY ofrecía protección frente a los daños.

Y lo que es más importante, el proceso no alteró la estructura de las células cerebrales y preservó las patologías de la epilepsia. Esta importancia radica en que permite congelar muestras para su estudio o análisis en el futuro sin comprometer los resultados debido al proceso de congelación.

Este nuevo método de congelación permite el almacenamiento inmediato de muestras y organoides cerebrales durante periodos prolongados para la investigación biomédica. Pero sus aplicaciones potenciales podrían extenderse con el tiempo a cerebros enteros y otros tejidos.


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