Supernova doble revela extraordinaria estructura celeste
Desde hace millones de años, una enigmática nebulosa llamada Tarántula, situada en la galaxia vecina, es un teatro cósmico de nacimientos y muertes estelares. Mientras que la supernova más cercana en los últimos 50 años, la Supernova 1987A, se originó en sus alrededores, los astrónomos se centran ahora en otro intrigante resto de supernova dentro de la nebulosa: 30 Doradus B.
Los pulsares, las estrellas de neutrones y las percepciones cósmicas
Estos astrónomos han centrado su estudio en el púlsar PSR J0537-6910, un tipo de estrella de neutrones que emite chorros de material a intervalos regulares. Los pulsares, objetos energéticos que emiten luz en distintas longitudes de onda, ofrecen valiosos datos sobre los restos de supernovas.
Examinando las propiedades del púlsar, los investigadores estimaron que la supernova se produjo hace aproximadamente 5.000 años.
La Mirada de Rayos X del Telescopio Chandra
Con el telescopio Chandra de la NASA, los astrónomos rastrearon la corriente de partículas energéticas procedentes del púlsar, creando una nebulosa de viento de púlsar. Además, alrededor de la región del púlsar se observó un halo de rayos X, una característica común en las supernovas.
No obstante, el colosal tamaño de este halo, que se extiende a lo largo de 130 años-luz, planteó dudas sobre su formación en los últimos 5.000 años.
Desentrañando el misterio: Supernovas múltiples
Según los investigadores, hubo una supernova anterior en las inmediaciones, antes de los 5.000 años estimados. Las estructuras observadas en el halo de rayos X indican la probabilidad de que se hayan producido al menos dos supernovas.
Este halo difuso de rayos X apunta a una secuencia de supernovas en un periodo de tiempo cósmicamente reciente. La región de formación estelar en torno a 30 Doradus B ha producido estrellas de forma continua durante 8 a 10 millones de años.
La inquebrantable fábrica de estrellas: Nebulosa de la Tarántula
Es una dinámica fábrica de estrellas situada en la Gran Nube de Magallanes, a 160.000 años-luz de distancia. Su brillo supera al de muchas estrellas de nuestra galaxia y, si se situara a la distancia de la nebulosa de Orión, proyectaría sombras visibles, siempre que las condiciones de contaminación lumínica lo permitieran.
Cuando los investigadores se adentran en las complejidades de la nebulosa de la Tarántula, la continua interacción de fenómenos estelares desvela secretos cautivadores sobre la historia cósmica de esta notable entidad celeste.
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