Según el MIT, si Quieres Niños más Inteligentes, Enséñales Música, no Codificación
Muchos padres desean que sus niños sean inteligentes y eficaces. Y aunque algunos expertos han animado a los padres a enseñar codificación a sus hijos, nuevas investigaciones apuntan a la música como la puerta de entrada a niños más inteligentes.
Mientras que la codificación permite una excelente ventaja cuando se trata de tecnología, carece de varios beneficios que da la música. El argumento para enseñar código a los niños es que les ayuda con sus habilidades matemáticas y lingüísticas. Sin embargo, un estudio realizado por el MIT y publicado en la revista Journal of Neuroscience demuestra lo poderosa que puede ser la música para el desarrollo cerebral de los niños.
El Aprendizaje Musical Moldea el Cerebro para un Potencial Cognitivo Ampliado, según un Estudio de Escáneres Cerebrales
De acuerdo con los autores de la investigación, aprender música durante los primeros años de vida hace que el cerebro se vincule más, lo que a su vez hace que sus cerebros sean neurológicamente capaces de muchas cosas, no sólo de música.
“Este estudio, entre otras investigaciones, demuestra cómo el cerebro humano es moldeado por la experiencia”, explica a Inverse Lutz Jäncke, coautor del estudio.
En su investigación descubrieron que los cerebros que aprenden música generan más conexiones estructurales y funcionales en comparación con los que no la aprenden.
Aunque la música es un tipo de música que produce estas conexiones, otros estudios han revelado que el ballet, el golf y el ajedrez generan conexiones similares.
” Los hallazgos son importantes para cualquier tipo de competencia en todas las áreas en las que uno puede mejorar mediante un entrenamiento intensivo y prolongado”, explicó el coautor de la investigación, Simon Leipold, en una conversación con Inverse.
Para su estudio, los investigadores hicieron que 103 músicos especializados y 50 no músicos se sometieran a escáneres cerebrales. Una vez tomados los escáneres, los compararon. Lo que descubrieron fue que todos los músicos tenían “redes sorprendentemente similares”.
Por otra parte, tenían muchos más vínculos estructurales y funcionales que los no músicos, sobre todo en los campos relacionados con el habla y el sonido
Otro elemento que desempeñó un papel importante fue la edad a la que los músicos habían empezado a aprender música. “Cuanto antes habían empezado los músicos con la práctica musical, más fuertes eran estas conectividades”, afirma Jäncke.
El resultado fue que la formación musical temprana podría ayudar a los niños a desarrollar vías neuronales más fuertes y, a su vez, hacerlos más inteligentes. “Si después de aquello alguien me hubiera hablado de la posibilidad de alterar el cableado de mi cerebro, habría pasado más tiempo ejercitándome con el piano y menos con el fútbol”, afirma Leipold.
Siendo sincero, ¡creo que yo haría lo mismo! Si tienes un hijo y deseas para él la vida mejor y más equilibrada, basándote en esta investigación, parece que la música es el camino a seguir.
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