Rolls-Royce recibe 6 millones de dólares para el desarrollo de un reactor nuclear espacial

Rolls-Royce recibe 6 millones de dólares para el desarrollo de un reactor nuclear espacial

El microrreactor puede utilizarse para la propulsión nuclear espacial
Rolls-Royce


Rolls-Royce ha recibido otros 4,8 millones de libras (6,2 millones de dólares) de la Agencia Espacial del Reino Unido (UKSA) para desarrollar la tecnología crítica de un microrreactor nuclear, que podría alimentar bases lunares y la propulsión de naves espaciales en el futuro.

En la película de ciencia ficción de 1969 Doppelganger (también conocida como Viaje al otro lado del sol), el héroe atraca con su nave espacial interplanetaria y es recibido por el logotipo de Rolls-Royce en los motores nucleares de la nave.

Más de cincuenta años después, esta visión cinematográfica está cada vez más cerca de convertirse en realidad a medida que Rolls-Royce avanza en sus planes de microrreactores nucleares espaciales, que podrían alimentar los sistemas de propulsión de las naves espaciales, entre otras aplicaciones.

Una subvención de la Agencia Espacial Británica aumenta la financiación del proyecto de microrreactor de Rolls-Royce
La reciente subvención del Programa Nacional de Innovación Espacial (NSIP) de la Agencia Espacial del Reino Unido supone un importante avance en la financiación de los 9,1 millones de libras (11,7 millones de dólares) previstos para el coste total del proyecto.

Rolls-Royce afirma que el diseño completo del sistema se ultimará en un plazo de 18 meses, con el apoyo de socios académicos de la Universidad de Oxford y la Universidad de Bangor. La primera prueba orbital del reactor está prevista para antes del final de la década, seguida de las pruebas de una versión lunar unos años más tarde.

Microrreactor Rolls-Royce

Una solución energética compacta y versátil para el espacio y la Tierra

El objetivo del microrreactor es proporcionar una fuente de energía compacta, fiable y muy portátil, adecuada para misiones científicas y de exploración a largo plazo en la Luna y el espacio profundo. También sirve como tecnología británica comercializable para aplicaciones comerciales tanto en el espacio como en la Tierra.

El reactor nuclear es necesario porque las fuentes de energía convencionales, como la energía solar, las pilas de combustible y las baterías, sólo son adecuadas para periodos cortos o tienen una producción intermitente. Además, estos métodos producen cantidades relativamente bajas de energía, que será cada vez más necesaria en mayores cantidades en el próximo siglo.

A diferencia de un Pequeño Reactor Modular (SMR), que genera 0,5 GW de potencia y requiere una gran superficie equivalente a dos campos de fútbol, el microrreactor es mucho más pequeño y portátil. Genera entre 1 y 10 MW de potencia y es lo bastante compacto para transportarlo en un camión. Esto lo hace versátil para su uso en bases planetarias, transportable entre ubicaciones, o incluso para alimentar rovers indefinidamente.

Vista en corte del núcleo del reactor
Rolls-Royce

Microrreactor autosuficiente


Completamente autosuficiente, el microrreactor funciona con pastillas compuestas por capas de uranio enriquecido o plutonio, carbono y cerámica.

Estas pastillas se alojan en tubos dentro de un núcleo geométrico de grafito, que regula la reacción nuclear, transfiere el calor del combustible y proporciona un control de seguridad pasivo. Los intercambiadores de calor hechos a medida hacen que el reactor sea ligero y transfiera eficazmente el calor para la generación de energía.

La energía generada tiene numerosas aplicaciones, como el apoyo a bases en la Luna o Marte, la alimentación de estaciones espaciales y vehículos de espacio profundo, y la habilitación de sistemas de propulsión nuclear. Estos sistemas pueden incluir la propulsión eléctrica, como los propulsores iónicos, o los cohetes nucleares térmicos directos, en los que una masa de reacción, como el metano, se calienta para producir empuje.

Esta capacidad no sólo permite misiones en el espacio profundo con cargas útiles mayores o velocidades más rápidas, sino también que los satélites orbitales cambien rápidamente de órbita para mantenimiento o defensa. Estas naves espaciales no necesitan un blindaje pesado porque el reactor/motor puede colocarse lejos de los módulos de carga útil o de hábitat mediante un brazo largo, lo que da al vehículo una forma de mancuerna.

Maqueta del microrreactor
Rolls-Royce


«Estamos encantados de recibir este premio del Programa Nacional de Innovación Espacial y de continuar nuestra colaboración con la Agencia Espacial del Reino Unido», declaró Jake Thompson, Director de Nuevos Proyectos Nucleares y Especiales de Rolls-Royce. Esta financiación marca un hito crucial en nuestro programa de microrreactores, impulsa nuestra tecnología y nos acerca al apoyo de ambiciosas empresas humanas en el espacio».

«El futuro de la exploración espacial depende en gran medida de la generación de niveles de energía elevados y constantes, y nuestro microrreactor nuclear está diseñado para proporcionar energía segura, fiable y versátil a una amplia gama de misiones espaciales».


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