Reciente estudio revela sorprendentes efectos de los incendios forestales boreales en Norteamérica

Un novedoso trabajo de investigación, que emplea un método único para examinar imágenes por satélite de los bosques boreales de los últimos treinta años, ha revelado que el fuego podría estar alterando el paisaje de la zona de una manera imprevista, sorprendiendo a los investigadores con sus hallazgos.
Históricamente, los incendios en los bosques boreales de Norteamérica han provocado la sustitución de las coníferas por árboles caducifolios de crecimiento más rápido. Esta sustitución por árboles de hoja caduca tiene varias ventajas climáticas, como una mayor absorción de carbono y una mayor reflexión de la luz, lo que produce un efecto refrescante y reduce el riesgo de incendios.
Invertir el cambio a la dominancia de las caducifolias tras el incendio
Sin embargo, un estudio reciente dirigido por la Universidad del Norte de Arizona y publicado en Nature Climate Change ha revelado sorprendentemente que, aunque los bosques se vuelven más dominados por los árboles caducifolios después de los incendios, este cambio no es permanente. Al cabo de unas décadas, los bosques vuelven a estar dominados por coníferas.
Además, el estudio descubrió que la pérdida brusca de bosques de coníferas debida a los incendios se compensaba con el aumento gradual de los bosques de coníferas en zonas que no habían sufrido incendios recientemente. Esto equilibró la composición general de los bosques, impidiendo un cambio generalizado hacia la cubierta caducifolia.
Efectos a largo plazo de los incendios en la composición de los bosques y el clima
Scott Goetz, coautor del estudio y catedrático de la Universidad del Norte de Arizona, señaló: “Los incendios provocan claramente una transición de la cubierta de coníferas a la de caducifolios, pero cuando examinamos estos cambios a lo largo de muchas décadas, observamos que los árboles caducifolios son sustituidos gradualmente por coníferas tres o cuatro décadas después de un incendio. Hay dinámicas complejas en juego, pero cuando las consideramos colectivamente, el impacto neto sobre el clima parece ser relativamente modesto”.
Logan Berner, otro coautor del estudio, añadió: “Este hallazgo fue algo inesperado, ya que estudios recientes habían sugerido cambios hacia bosques caducifolios a nivel local y regional. Nuestra investigación indica que no se han producido cambios exhaustivos en la composición de los bosques en las últimas décadas, pero prevemos que el calentamiento climático en curso y el aumento de la actividad de los incendios forestales podrían provocar alteraciones significativas en la composición de los bosques en los próximos años.”

Los investigadores subrayan que este cambio observado puede no ser permanente; en las últimas décadas se ha producido un aumento de las perturbaciones por incendios en estos bosques, lo que sugiere que el retorno a la dominancia de las coníferas puede llevar más tiempo que en el pasado. Además, a medida que el clima siga volviéndose más cálido y seco, influirá tanto en la forma en que ardan los bosques como en su regeneración.
La composición cambiante de los bosques
Brendan Rogers, coautor del estudio y científico asociado del Centro de Investigación Climática Woodwell, comentó: “Teniendo en cuenta diversas estrategias de gestión de incendios, como las destinadas a reducir las emisiones de carbono y mitigar los riesgos de incendio para las comunidades e infraestructuras locales, este estudio sienta unas bases cruciales para futuras investigaciones. Especialmente tras un verano marcado por incendios récord en Canadá, comprender la composición cambiante de estos bosques en respuesta al fuego a lo largo del tiempo es vital para orientar prácticas de gestión óptimas y salvaguardar a las personas y el medio ambiente.”
Análisis de los cambios forestales y el impacto climático mediante datos de satélite
El equipo de investigación llevó a cabo su estudio en el marco del Experimento de Vulnerabilidad Boreal Ártica (ABoVE) de la NASA, del que Goetz es jefe del equipo científico. Como parte de su proyecto en ABoVE, utilizaron imágenes de satélite de alta resolución de la serie Landsat para evaluar las alteraciones en la composición de los bosques boreales de Alaska y Canadá, tanto en las zonas afectadas por incendios como en las no afectadas. También calcularon los efectos de retroalimentación climática utilizando mediciones por satélite de la reflectividad de la superficie.
Read the original article on: Phys Org
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