¿Rascarse el picor aporta algún beneficio? Un nuevo estudio dice que sí y que no

¿Rascarse el picor aporta algún beneficio? Un nuevo estudio dice que sí y que no

Got an itch? Scratching it might not be your best course of action says new research. Credit: Depositphotos

Las ganas de rascarse las picaduras de insectos, los sarpullidos y otras irritaciones de la piel pueden ser abrumadoras. Sin embargo, una nueva investigación revela por qué resistirse a la tentación puede ser beneficioso.

Biológicamente, rascarse presenta una paradoja. Proporciona una sensación de alivio, lo que sugiere que podría tener una ventaja evolutiva. Sin embargo, como muchos han experimentado, rascarse las picaduras de mosquito o las erupciones suele empeorar la irritación. Incluso puede dañar la piel, aumentando el riesgo de infección.

Científicos de la Universidad de Pittsburgh se propusieron resolver esta paradoja, investigando si rascarse es realmente tan perjudicial como parece y explorando al mismo tiempo sus posibles beneficios.

Para ello, expusieron a ratones a alérgenos que provocaban picor, desencadenando en sus orejas síntomas similares a los del eccema. Los ratones se dividieron en tres grupos: uno tenía libertad para rascarse, otro estaba genéticamente alterado para carecer de neuronas detectoras de picor en la zona afectada y el tercero llevaba collares isabelinos (a menudo llamados «conos de la vergüenza» en los perros) para evitar que se rascaran.

Como era de esperar, los ratones que se rascaban experimentaban síntomas peores que los de los otros grupos. Sin embargo, el estudio también reveló por qué.

Activación de las neuronas sensoras del dolor y respuesta inflamatoria

Los investigadores descubrieron que el rascado activaba las neuronas sensoras del dolor, que a su vez liberaban un péptido llamado «sustancia P». Esto, a su vez, activaba los mastocitos, células inmunitarias distribuidas por todo el cuerpo. Cuando se activan, estos mastocitos inician una respuesta inflamatoria al reclutar neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco implicado en la defensa inmunitaria.

En esencia, esta reacción en cadena de sustancias químicas y células inmunitarias explica por qué al rascarse un picor suele aumentar la irritación y la inflamación.

«En los casos de dermatitis de contacto, los alérgenos activan directamente los mastocitos, lo que provoca una leve inflamación y picor», explica Daniel Kaplan, autor principal del estudio. «Sin embargo, el rascado introduce una segunda vía al desencadenar la liberación de sustancia P, que estimula aún más los mastocitos. Esta doble activación explica por qué el rascado exacerba la inflamación de la piel».

Dado que los mastocitos desempeñan un papel en la inmunidad innata, los investigadores se preguntaron si su activación mediante el rascado podría ofrecer cierta protección contra las infecciones.

Impacto del rascado en las bacterias de la piel

Sus hallazgos confirmaron que, de hecho, el rascado reducía los niveles de Staphylococcus aureus en la piel. Esta bacteria, conocida por causar infecciones por estafilococos, es una de las principales responsables de las infecciones cutáneas.

Sin embargo, los investigadores creen que este beneficio potencial no compensa el daño que el rascado causa en la zona afectada.

«El hecho de que rascarse ayude a defenderse del Staphylococcus aureus sugiere que puede tener algunas ventajas en determinadas situaciones», afirma Kaplan. «Pero cuando el picor se vuelve crónico, es probable que el daño cutáneo causado por el rascado supere cualquier beneficio».

O, en pocas palabras, como decía siempre tu madre: «¡Deja de rascarte!».

Estos hallazgos han motivado al equipo de investigación a seguir investigando los mastocitos, en particular cómo dirigirse a sus receptores podría conducir a nuevos tratamientos para afecciones inflamatorias de la piel como la rosácea.


Read the original article on: New Atlas

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