¿Qué es lo Más Caliente del Universo?

El Universo reconoce una supernova como la entidad más caliente, con temperaturas que alcanzan el millón de temperaturas centígradas. Según los registros, los observadores podrían haber descubierto supernovas antes de principios del siglo XVII. En general, las supernovas son poco frecuentes en nuestra galaxia.
Contribuyen activamente a diversos procesos astrofísicos, moldeando el cosmos y enriqueciéndolo con elementos pesados. La investigación de las supernovas aporta conocimientos esenciales sobre la evolución estelar, los procesos nucleares y la estructura y composición fundamentales del universo.
¿Qué son las supernovas?
Son las explosiones más potentes que pueden producirse en el universo, aproximadamente cada 50 años. Una supernova puede superar el brillo de toda una galaxia y desatar una energía superior a la del Sol. La fuerza explosiva equivale a la asombrosa cifra de diez 28 megatones.
¿Cuánto mide la temperatura de una supernova?
Una Supernova puede alcanzar temperaturas de aproximadamente 1.000.000.000 de grados Celsius. Las capas exteriores de la estrella se calientan hasta decenas de millones de grados Celsius, emitiendo una potente radiación en todo el espectro electromagnético, incluidos los rayos X y los rayos gamma.
Estas temperaturas siguen siendo excepcionalmente altas en comparación con cualquier cosa que se encuentre en la Tierra. Detectar o determinar la temperatura de una supernova implica analizar su radiación electromagnética. Las supernovas transmiten información sobre su temperatura a través de las distintas longitudes de onda de la luz que emiten.
¿Es una supernova más caliente que el Sol?
Efectivamente, durante su fase de explosión, una supernova supera en temperatura al sol. El núcleo de una estrella masiva que experimenta una supernova puede alcanzar temperaturas de cientos de miles de millones de grados Celsius (cientos de gigaKelvin) en el colapso inicial del núcleo. La rápida compresión de la materia, inducida por el colapso del núcleo de la estrella debido a la gravedad, genera este intenso calor. A lo largo de una supernova, la estrella experimenta una rápida y enérgica liberación de energía, lo que provoca un rápido aumento de la temperatura.
Durante el pico de la explosión, las supernovas pueden alcanzar temperaturas de decenas de miles de millones de grados Celsius (o Kelvin). En cambio, el núcleo del Sol mantiene una temperatura de aproximadamente 15 millones de grados Celsius (o Kelvin). Por tanto, una supernova puede ser millones de veces más caliente que el sol. Esta temperatura extrema hace que las supernovas sean excepcionalmente brillantes, lo que les permite eclipsar galaxias enteras durante un breve periodo.
Es crucial reconocer que, aunque una supernova es intensamente caliente y luminosa durante un breve periodo, su energía se dispersa por un vasto volumen. En comparación, el Sol genera energía continuamente. Está distribuida de forma más uniforme por su superficie, lo que la convierte en una fuente relativamente estable de luz y calor para nuestro sistema solar.
¿Cómo se produce una supernova?
Las supernovas se producen cuando las estrellas ya no pueden mantener su combustible nuclear y experimentan un espectacular estallido de luz. La presión hacia el exterior disminuye a medida que la estrella consume su combustible y se enfría. La gravedad se impone rápidamente una vez que la presión disminuye lo suficiente en una estrella masiva, lo que provoca el colapso de la estrella en cuestión de segundos. Este colapso desencadena el acontecimiento explosivo conocido como supernova.
¿Qué ocurre al final de una supernova?
Al concluir una supernova, la estrella experimenta una explosión cataclísmica que desata una inmensa energía y elementos pesados en el espacio. Si la materia de la estrella equivale a la masa de varios Soles, la fuerza de la explosión puede impulsarla hacia el espacio con tal intensidad que supere a toda su galaxia de origen. Estas explosiones desempeñan un papel crucial en el enriquecimiento del universo con elementos pesados esenciales para la formación de planetas, ejerciendo una influencia significativa en la evolución de las galaxias.
¿Cuáles son los tipos de Supernovas?
- Supernovas de tipo I: Las supernovas de tipo I se dividen en categorías en función de la presencia o ausencia de características espectrales específicas.
- Supernova de tipo Ia: Es el resultado de la explosión de una enana blanca que ha alcanzado una masa crítica tras acumular material procedente de una estrella compañera.
Supernova de tipo Ib: Se produce cuando una estrella masiva pierde su envoltura externa de hidrógeno antes de explotar, mostrando líneas de helio en su espectro.
Supernova de tipo Ic: Similar a la de tipo Ib, carece de líneas de hidrógeno y helio en su espectro.
- Supernovas de tipo II: Se caracterizan por la presencia de líneas de hidrógeno en sus espectros.
Resultan del colapso del núcleo de estrellas masivas que llegan al final de su vida.
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