Por qué nuestra piel se siente “tirante” después de usar un limpiador facial

Unos investigadores de la Universidad de Stanford han desvelado el proceso responsable de la sensación de tirantez cutánea que se produce tras la limpieza y el posterior alivio que proporciona la hidratación. Sus hallazgos, presentados en PNAS Nexus, ilustran cómo las alteraciones en la capa más externa de la piel contribuyen a estas sensaciones.
Basándose en sus descubrimientos, crearon un modelo predictivo que coincidía con los resultados de los ensayos en humanos. Este estudio no sólo abre nuevas oportunidades para el perfeccionamiento de productos para el cuidado de la piel, sino que también sugiere posibles aplicaciones en tecnología portátil capaz de detectar y comunicar cambios mecánicos de la piel.
Sensaciones cutáneas
Cuando limpiamos la piel del rostro, a veces ésta adquiere una sensación de tirantez, que suele aliviarse cuando aplicamos nuestra crema hidratante preferida. Aunque esta percepción de nuestra piel pueda parecer una cuestión de interpretación personal, investigadores de Stanford han desvelado recientemente el mecanismo subyacente a estas sensaciones.
Sus investigaciones, publicadas hoy, 26 de septiembre, en PNAS Nexus, dilucidan cómo las alteraciones de la capa externa de nuestra piel conducen a experiencias sensoriales y ofrecen un método cuantitativo para calibrar cómo perciben los individuos el estado de su piel tras el uso de cremas hidratantes o limpiadoras.
Según Reinhold Dauskardt, catedrático Ruth G. y William K. Bowes del Departamento de Ciencia e Ingeniería de los Materiales de Stanford, “este estudio aporta una nueva comprensión de cómo influyen los productos en los atributos físicos de nuestra piel, abarcando no sólo su salud sino también nuestra percepción sensorial de ella. Se trata de un avance significativo que aporta una perspectiva totalmente nueva a la formulación de estos productos”.
Mecanismo y pruebas
Como órgano más grande del cuerpo, la piel sirve de barrera vital contra los elementos externos. La capa más externa, el estrato córneo, protege de sustancias no deseadas y mantiene la humedad en su interior. Los productos de limpieza agresivos pueden desprender los lípidos que retienen la humedad, provocando la contracción del estrato córneo. Por el contrario, los humectantes eficaces aumentan el contenido de agua del estrato córneo, provocando su expansión.
Según la hipótesis de Dauskardt y su equipo, los efectos mecánicos de esta contracción y expansión viajan por la piel hasta llegar a los mecanorreceptores, receptores sensoriales que convierten las fuerzas mecánicas en señales neurológicas bajo la epidermis. Estas señales se transmiten al cerebro y dan lugar a la percepción de tirantez en la piel.
Para validar su teoría, los investigadores examinaron el efecto de nueve fórmulas distintas de cremas hidratantes y seis limpiadores diferentes en muestras de piel de donantes de tres zonas del cuerpo: las mejillas, la frente y el abdomen. Evaluaron los cambios del estrato córneo en el laboratorio y emplearon un modelo avanzado de piel humana para predecir las señales transmitidas a los mecanorreceptores.
Respecto a la percepción sensorial de la piel, Dauskardt aclaró que clasificaron eficazmente las distintas formulaciones.
El análisis predictivo fue muy similar a los resultados de los ensayos en humanos, en los que 2.000 mujeres de Francia evaluaron las nueve cremas hidratantes y 700 mujeres de China evaluaron los seis limpiadores, compartiendo sus experiencias sobre la tirantez de la piel tras la aplicación del producto.
Dauskardt subrayó: “Nuestras predicciones coincidieron estrechamente con lo que informaron las participantes, lo que demuestra una correlación notable con una validez estadística significativa.”
Fomentar la innovación
Esta capacidad de prever cómo se sentirán las personas tras los tratamientos de cuidado de la piel podría ayudar a las empresas cosméticas a mejorar sus productos antes de realizar ensayos en humanos. Además, Dauskardt subrayó que su exhaustivo modelo de cómo viaja la tensión mecánica a través de las capas de la piel tiene potencial para aplicarse más allá de la mera evaluación de la tirantez.
Esto proporciona un marco para el desarrollo de productos innovadores. Si se altera la capa externa de la piel de forma que afecte a su tensión y estrés, podemos predecir cómo se transmitirá esa información y cómo la percibirán los consumidores”.
Asimismo, Dauskardt está explorando el uso potencial de estos nuevos conocimientos en el desarrollo de dispositivos para llevar puestos. Si entendemos cómo interpreta un cerebro los cambios sutiles en la tensión de la piel, podríamos utilizar este mecanismo para transmitir señales intencionadas. Del mismo modo que quienes leen braille traducen en palabras las sensaciones táctiles de sus dedos, un dispositivo capaz de crear pequeños cambios mecánicos en nuestra piel podría transmitir información.
Dauskardt
Lo que hemos conseguido es descubrir cómo viaja la información mecánica desde la capa córnea más externa hasta las capas más profundas de la piel que contienen neuronas”, explica Dauskardt. Entonces, surge la pregunta: ¿podemos establecer comunicación a través de la piel humana? ¿Podemos crear un dispositivo que transmita información a alguien sin depender de palabras o imágenes, aprovechando nuestra comprensión de estos mecanismos? Es un campo de gran interés para nosotros”.
Referencias: “La activación de neuronas sensoriales por tratamientos tópicos modula la percepción sensorial de la piel humana”, de Ross Bennett-Kennett, Joseph Pace, Barbara Lynch, Yegor Domanov, Gustavo S Luengo, Anne Potter y Reinhold H Dauskardt, publicado el 26 de septiembre de 2023 en PNAS Nexus.
DOI: 10.1093/pnasnexus/pgad292
Reinhold H. Dauskardt colabora con Stanford Bio-X, el Instituto Cardiovascular, la Alianza Wu Tsai para el Rendimiento Humano y el Instituto Wu Tsai de Neurociencias, y está asociado con el Instituto Precourt para la Energía y el Instituto Woods de Stanford para el Medio Ambiente.
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