Pandora, de la NASA, a punto de desvelar los misterios de las atmósferas extraterrestres

Pandora, de la NASA, a punto de desvelar los misterios de las atmósferas extraterrestres

An artist’s concept of the Pandora mission, seen here without the thermal blanketing that will protect the spacecraft, observing a star and its transiting exoplanet. Credit: NASA’s Goddard Space Flight Center/Conceptual Image Lab

La misión Pandora de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para finales de este año, promete avances revolucionarios en nuestra comprensión de las atmósferas de los exoplanetas. Centrándose en al menos 20 planetas distantes, Pandora complementará los datos del telescopio espacial James Webb (JWST) y proporcionará una visión sin precedentes de las brumas, las nubes y el agua de los mundos alienígenas.

Pandora: Un hito en la ciencia exoplanetaria

Se ha completado el autobús espacial de Pandora, el componente esencial que alberga sus instrumentos y sistemas. Este logro mantiene a la misión en el buen camino para su lanzamiento en otoño. Dirigida por el Instituto Espacial de la Universidad de Arizona, Pandora es la primera misión operada desde esta institución.

«Este hito es fundamental para garantizar el éxito del lanzamiento», declaró Elisa Quintana, investigadora principal de Pandora en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA. «El autobús se encarga de la navegación, la adquisición de datos y la comunicación: es el cerebro de la misión».

Revolucionando las observaciones atmosféricas

Equipado con un telescopio compacto pero avanzado, Pandora estudiará las atmósferas de al menos 20 exoplanetas conocidos. Su misión es determinar su composición, centrándose en elementos clave como las nubes, las brumas y el agua.


Pandora’s spacecraft bus sits in a thermal-vacuum testing chamber at Blue Canyon Technologies in Lafayette, Colorado. The bus provides the structure, power, and other systems that will enable the mission to help astronomers better separate stellar features from the spectra of transiting planets. Credit: NASA/Weston Maughan, BCT

«Pandora puede observar estrellas que albergan exoplanetas durante periodos más largos que Webb, lo que nos permite desentrañar las señales de estrellas y planetas con mayor eficacia», explicó Daniel Apai, profesor de la Universidad de Arizona y coinvestigador en la misión.

Descifrar señales mixtas: Un nuevo reto

Observar la atmósfera de un exoplaneta durante un tránsito -cuando el planeta pasa por delante de su estrella- es complejo. La luz de la estrella interactúa con la atmósfera, creando huellas químicas detectables desde la Tierra. Sin embargo, la variabilidad estelar, como las fáculas brillantes o las manchas oscuras, suele complicar este análisis.

«En 2018, predijimos que las señales estelares podrían interferir con la capacidad de Webb para estudiar planetas habitables», dijo Apai. «El diseño de Pandora aborda este desafío separando las variaciones de luz estelar de las señales planetarias».

Tecnología de telescopio avanzada para observaciones de precisión

El telescopio de aluminio de 45 centímetros de ancho de Pandora, desarrollado en colaboración con el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore y Corning Specialty Materials, capta simultáneamente la luz visible y la del infrarrojo cercano. Este enfoque de doble espectro permite al equipo científico aislar las señales planetarias de las interferencias estelares con una precisión sin precedentes.

Un año de observación continua

Durante su misión de un año de duración, Pandora realizará observaciones de 24 horas de duración de al menos 20 exoplanetas, capturando datos de tránsito y espectros. Esta capacidad de observación prolongada proporciona una ventaja única frente a observatorios de alta demanda como el JWST.

«El equipo está preparado y entusiasmado con el funcionamiento de la nave y la recepción de datos», declaró Karl Harshman, jefe del equipo de operaciones de la misión en la Universidad de Arizona.

Colaboración entre instituciones

La misión de Pandora está dirigida por el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, con el apoyo en ingeniería del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore y otras instituciones. El telescopio y sus componentes han sido desarrollados por Corning, mientras que Blue Canyon Technologies ha contribuido con el autobús espacial y las pruebas. El procesamiento de datos se llevará a cabo en el Centro de Investigación Ames de la NASA, mientras que las operaciones de la misión serán coordinadas por la Universidad de Arizona.

Pandora representa un paso decisivo en la comprensión de los exoplanetas y sus posibilidades de habitabilidad, allanando el camino para futuros descubrimientos.


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