“Los psicodélicos podrían reconfigurar el cerebro para reducir el consumo de alcohol.”

“Los psicodélicos podrían reconfigurar el cerebro para reducir el consumo de alcohol.”

Credit: Pixabay

Los psicodélicos como el LSD y la psilocibina (presente en los hongos alucinógenos) están generando un creciente interés en el campo de la psiquiatría. Las investigaciones indican que podrían ofrecer beneficios terapéuticos para trastornos de salud mental como la depresión, la ansiedad, el TOC, los trastornos alimentarios y las adicciones.

La DMT como posible solución para reducir el consumo de alcohol

Nuestro equipo de investigación está explorando si la N,N-dimetiltriptamina (DMT), un psicodélico de acción rápida, podría ayudar a reducir el consumo de alcohol.

El alcohol sigue siendo la sustancia más comúnmente mal utilizada en el Reino Unido, impulsada por su estatus legal, fácil disponibilidad y fuerte presencia cultural. Aunque muchas personas beben de forma moderada, un número significativo tiene dificultades para controlar su consumo, lo que lleva a graves problemas de salud, psicológicos y sociales.

Dado que los tratamientos convencionales no funcionan para todos, estamos investigando enfoques alternativos—como los psicodélicos—que podrían favorecer un cambio de comportamiento duradero mediante una única experiencia transformadora.

El cuerpo metaboliza rápidamente la DMT. Cuando se administra por vía intravenosa, sus efectos comienzan casi de inmediato, típicamente entre uno y dos minutos, y duran solo de 10 a 20 minutos.

A pesar de su corta duración, los usuarios a menudo describen la experiencia como profundamente intensa, con visiones vívidas, patrones complejos y una sensación de ingresar a otra realidad. Para algunos, esto produce un cambio dramático en su pensamiento, emociones y visión del mundo, dejando con frecuencia un impacto transformador duradero.

Plasticidad cerebral y adicción

La pregunta clave sigue siendo: ¿Qué ocurre en el cerebro durante este tiempo y cómo podría influir en los comportamientos a largo plazo, como la reducción del consumo de alcohol?

“Nuestro equipo está explorando activamente cómo psicodélicos como la DMT pueden ayudar a abordar las adicciones.” Una teoría sugiere que los psicodélicos podrían mejorar temporalmente la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para crear nuevas conexiones neuronales. Esta mejora breve podría generar una ventana de oportunidad, haciendo que algunas personas sean más receptivas al cambio.

Para alguien atrapado en el ciclo del consumo excesivo de alcohol, este aumento de plasticidad podría ayudar a romper antiguos hábitos y adoptar comportamientos más saludables. En esencia, podría permitir que el cerebro se “reprograme” y rompa los patrones no saludables que alimentan la adicción.

También nos estamos enfocando en los sistemas de recompensa y motivación del cerebro, que desempeñan un papel crucial en la adicción. Estos sistemas impulsan conductas vinculadas al placer, como comer, el sexo y el consumo de alcohol.

En personas con trastorno por consumo de alcohol, estos sistemas se vuelven excesivamente sensibles a los estímulos relacionados con el alcohol, a menudo eclipsando otras experiencias gratificantes. Algunos estudios preliminares sugieren que los psicodélicos podrían ayudar a “reiniciar” estas vías de recompensa. Estamos probando esta hipótesis para ver si la DMT puede reducir el consumo de alcohol mediante la recalibración del sistema de recompensa del cerebro.

Estudio con FMRI y administración de fármacos para explorar los efectos de la DMT

“Para explorar esto, hemos diseñado un estudio con bebedores empedernidos que desean reducir su ingesta de alcohol.” Cada participante pasa por un riguroso proceso de selección para asegurar su idoneidad, y todas las sesiones se realizan en un entorno clínico cuidadosamente controlado, supervisado por profesionales médicos e investigadores experimentados.

El estudio incluye tres visitas a nuestro laboratorio en UCL. Durante la primera y la tercera visita, utilizamos resonancia magnética funcional (fMRI) para medir la actividad cerebral y observar cómo interactúan diferentes regiones del cerebro.

Los participantes ven películas emocionalmente impactantes durante los escaneos, lo que proporciona una manera más natural de estudiar las respuestas cerebrales que las tareas abstractas. Esto nos permite examinar cómo la DMT puede afectar la función cerebral en situaciones reales y emocionalmente significativas.

En la segunda visita, los participantes son asignados aleatoriamente para recibir DMT, un placebo o un fármaco no psicodélico (D-cicloserina o lisurida). Estas sustancias no psicodélicas se cree que promueven la neuroplasticidad sin provocar los efectos alucinógenos completos de la DMT.

El estudio es doble ciego, lo que significa que ni los participantes ni los investigadores saben qué sustancia se administra. Este enfoque ayuda a minimizar sesgos y asegura que los resultados sean lo más precisos y confiables posible.

Además, rastreamos los cambios en la actividad cerebral durante la infusión del fármaco mediante electroencefalografía (EEG), que registra las señales eléctricas del cerebro. Esto podría ayudarnos a predecir qué participantes tienen más probabilidades de beneficiarse de la DMT.

Los participantes también completan diversas evaluaciones psicológicas, incluyendo cuestionarios y tareas que evalúan la memoria, la atención, el estado de ánimo y la toma de decisiones. Esta información nos permitirá entender cómo los cambios en la actividad cerebral podrían relacionarse con variaciones en el comportamiento frente al alcohol.

Nuestro objetivo

Aún estamos en proceso de recopilar datos, pero estamos ansiosos por ver si la DMT puede conducir a reducciones significativas en el consumo de alcohol. Como investigadores, es importante mantenernos objetivos y dejar que la evidencia guíe nuestras conclusiones. Al mantener el estudio “ciego” hasta que se recojan todos los resultados, aseguramos que nuestras conclusiones sean imparciales y fiables.

Si la DMT resulta eficaz para ayudar a las personas a reducir su consumo de alcohol, especialmente a aquellas que no han respondido a otros tratamientos, podría introducir un nuevo enfoque en la terapia contra las adicciones. Incluso si los resultados no son concluyentes, ofrecerán información valiosa sobre el potencial de los psicodélicos en el tratamiento de adicciones y abrirán puertas para futuras investigaciones.

Es fundamental destacar que esta investigación se lleva a cabo en un entorno seguro y controlado. Los psicodélicos son sustancias poderosas, y sus efectos pueden ser impredecibles, especialmente fuera de entornos clínicos. No son una “solución rápida” ni son adecuados para todos. El entorno controlado garantiza que podamos estudiar sus efectos minimizando los riesgos para los participantes.

Sin embargo, creemos que los psicodélicos ofrecen una oportunidad única para comprender mejor el cerebro y su capacidad de cambio. Al explorar cómo las experiencias transformadoras pueden influir en el comportamiento, esperamos contribuir al desarrollo de tratamientos más eficaces para la adicción y otros trastornos de salud mental.


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