Los árboles podrían ser capaces de advertirnos cuando un volcán está a punto de entrar en erupción.

Los árboles podrían ser capaces de advertirnos cuando un volcán está a punto de entrar en erupción.

Predecir las erupciones volcánicas es una ciencia crucial que puede salvar muchas vidas, y una investigación reciente sugiere que el color de las hojas de los árboles cercanos a los volcanes podría servir como una señal de advertencia temprana antes de que ocurra una erupción.

Magma, dióxido de carbono y hojas más verdes

A medida que la actividad volcánica se intensifica y el magma asciende más cerca de la superficie terrestre, aumenta la cantidad de dióxido de carbono liberado. Este aumento de CO₂ puede mejorar la salud de los árboles cercanos, haciendo que sus hojas se vean más verdes.

Estos cambios, medidos a través del índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI), pueden ser detectados por satélites que orbitan el planeta. Esta tecnología podría proporcionar un valioso sistema de alerta temprana para erupciones sin necesidad de sensores en tierra ni trabajo de campo, lo que la hace útil en regiones volcánicas remotas o de difícil acceso.

Carbon dioxide released by rising magma bubbles in Costa Rica. (Alessandra Baltodano/Chapman University)

“Hay muchos satélites disponibles que nos permiten realizar este tipo de análisis”, explica la vulcanóloga Nicole Guinn de la Universidad de Houston.

Estudio de caso: el Monte Etna

Guinn lideró un estudio reciente que investigó las emisiones de dióxido de carbono alrededor del Monte Etna, en Italia. Al comparar los datos de sensores terrestres con imágenes satelitales, el equipo de investigación encontró una relación clara entre niveles más altos de CO₂ y un follaje más verde en los árboles.

Durante dos años, observaron 16 picos distintos tanto en dióxido de carbono como en el índice NDVI, los cuales coincidían con movimientos de magma bajo la superficie. Estos patrones eran evidentes incluso a cierta distancia de las fallas volcánicas.

El estudio se basó en un trabajo previo de 2019 realizado por el vulcanólogo Robert Bogue de la Universidad McGill, quien demostró que el CO₂ liberado por dos volcanes activos en Costa Rica afectaba la coloración de las hojas de los árboles tropicales en las áreas circundantes.

Un proyecto colaborativo más amplio

Actualmente, Guinn, Bogue y sus colegas están colaborando en un proyecto liderado por la NASA y el Smithsonian que examina los cambios en el color de la vegetación alrededor de volcanes en Panamá y Costa Rica.

Esta iniciativa forma parte de la misión AVUELO (Airborne Validation Unified Experiment: Land to Ocean), cuyo objetivo es desarrollar nuevos métodos basados en satélites para monitorear la salud del planeta. Las herramientas actuales, como el Orbiting Carbon Observatory 2 de la NASA, solo son lo suficientemente sensibles para detectar grandes erupciones.

Chaitén Volcano in southern Chile erupted on May 2, 2008 for the first time in 9,000 years. NASA satellites that monitor changes in vegetation near volcanoes could aid in earlier eruption warnings. (Jeff Schmaltz/MODIS Rapid Response Team/NASA Goddard Space Flight Center)

“Un volcán que emite pequeñas cantidades de dióxido de carbono, lo que podría indicar una erupción inminente, podría no ser visible en las imágenes satelitales”, señala Bogue.

“El objetivo es encontrar indicadores alternativos que podamos medir en lugar del dióxido de carbono directamente, proporcionando un sustituto para rastrear las emisiones volcánicas.”

Una nueva señal entre muchas

La actividad volcánica puede predecirse a través de diversas señales, como los temblores sísmicos y la deformación del terreno. Ahora, con el reverdecimiento de las hojas causado por el aumento de las emisiones de CO₂, los científicos han identificado una señal adicional medible, aunque no necesariamente aplicable a todas las regiones.

El equipo de AVUELO también está investigando cómo niveles más altos de dióxido de carbono afectan la salud de los árboles a una escala más amplia. A medida que las emisiones de CO₂ provocadas por los humanos calientan el planeta, comprender cómo responde la vegetación es clave para predecir futuros cambios ambientales.

“Queremos estudiar no solo cómo responden los árboles al CO₂ volcánico como señal de advertencia de una erupción, sino también cuánto CO₂ pueden absorber los árboles”, dice el climatólogo Josh Fisher de la Universidad Chapman en California, quien forma parte del proyecto AVUELO. “Esto nos da una visión del futuro de la Tierra, ya que todos los árboles enfrentarán niveles elevados de dióxido de carbono.”


Read the original article on: Science Alert

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