Las nubes de tormenta producen una radiación gamma inusual

Las nubes de tormenta producen una radiación gamma inusual

An artist’s impression of the NASA research plane flying over thunderstorm systems to detect gamma ray emissions
NASA/ALOFT team

Thor y Hulk podrían tener más en común de lo que se creía. Aunque se sabe que las tormentas eléctricas generan rayos gamma en la atmósfera, un nuevo estudio revela que se producen con mucha más frecuencia de lo esperado y que son aún más extraños.

Aunque los rayos son muy energéticos, no son la parte más potente de una tormenta. La radiación gamma también se produce en breves estallidos conocidos como destellos de rayos gamma terrestres (TGF), que duran hasta 100 microsegundos y van seguidos de resplandores de mayor duración.

Un avión de investigación de la NASA descubre destellos de rayos gamma terrestres más frecuentes

Los datos anteriores sugerían que los TGF eran relativamente poco frecuentes, pero esta suposición se basaba en observaciones por satélite. En un nuevo estudio, los científicos examinaron la situación más de cerca utilizando un avión de investigación de la NASA equipado con sensores para medir los rayos gamma, los relámpagos y las emisiones de microondas.

En 10 vuelos sobre nubes de tormenta en el Caribe y Centroamérica, a una altitud de 20 km, el equipo observó 96 TGF, muchos más de lo esperado. En particular, sólo tres o cuatro eran lo suficientemente brillantes como para ser detectados desde el espacio, lo que explica por qué antes parecían poco frecuentes.

Esta perspectiva más cercana también reveló nuevos tipos de emisiones gamma que los detectores espaciales no podían captar. Una de estas emisiones, denominada destellos parpadeantes de rayos gamma (FGF), consiste en pulsos que duran 2.500 veces más que los TGF. Estos FGF se observaron 24 veces durante cinco vuelos, y 17 de ellos fueron seguidos rápidamente por relámpagos.

Descubrimiento de una tercera emisión gamma

Además, se detectó un tercer tipo de emisión gamma en nueve de los 10 vuelos: un resplandor lento de baja energía que a veces se intensifica para producir TGF y FGF. En un caso, se detectó un sistema de nubes brillantes que cubría más de 9.000 km2 durante las tres horas de vuelo, aunque probablemente duró más.

Al parecer, las tormentas crean fuertes campos eléctricos dentro de las nubes, acelerando partículas como los electrones. Cuando éstas chocan con las moléculas de aire, desencadenan cascadas de colisiones que dan lugar a reacciones nucleares, produciendo rayos gamma detectables e incluso haces de antimateria de corta duración.

Aún hay mucho que desconocemos sobre los procesos que tienen lugar en el interior de las nubes de tormenta, pero los nuevos hallazgos sugieren una posible conexión entre los resplandores de rayos gamma y el inicio de los relámpagos.

La investigación se detalla en dos estudios publicados en la revista Nature, y el equipo explica su trabajo en el siguiente vídeo.


Read the original article on: New Atlas

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