Las Gotas Que Pueden Salvar Su Vida
Los pacientes tienen la posibilidad de autoadministrarse la medicación de forma independiente en la comodidad de su propio entorno. Crédito: Depositphotos.
Actualmente, la administración oportuna del tratamiento a las pocas horas de sufrir un ictus es fundamental para una recuperación satisfactoria. No obstante, en el futura, esto puede cambiar con la introducción de unas gotas nasales de nuevo desarrollo, que ofrecen la posibilidad de mejorar las posibilidades de recuperación incluso si no se dispone de intervención médica de inmediato.
Estas gotas nasales consisten en un péptido natural llamado C3a, que se produce en el sistema nervioso central. Estudios anteriores han indicado que este péptido puede contribuir al restablecimiento de la función motora en personas que han sufrido un ictus.
Las Gotas En Ratones
En este estudio, se administraron gotas nasales a ratones que habían sufrido un ictus siete días después del accidente. Las comparaciones con un grupo de control que no recibió el tratamiento revelaron que los ratones que recibieron las gotas mostraron una recuperación más rápida y extensa de la función motora.
Por otra parte, las resonancias magnéticas de los cerebros de los ratones revelaron un notable aumento del desarrollo de nuevas conexiones entre las células nerviosas. Además, la introducción de C3a a través de las gotas parecía mejorar la funcionalidad de los astrocitos, que desempeñan un papel en la regulación de ciertas funciones de las células neuronales.
Impacto Favorable De Las Gotas En Los Pacientes
Los efectos positivos de las gotas nasales persistieron incluso después de interrumpir el tratamiento. Sin embargo, los científicos advierten de que administrar las gotas demasiado pronto después de un ictus puede tener un efecto negativo, ya que podría aumentar la presencia de células inflamatorias en el cerebro.
Según Marcela Pekna, investigadora principal de la Universidad de Gotemburgo, la ventaja de este método es que ya no hay que correr contrarreloj. En la práctica clínica, si se implanta este tratamiento, podrá administrarse a todos los pacientes con ictus, incluyendo a los que lleguen al hospital más allá del momento óptimo para la trombólisis o la trombectomía. Además, incluso las personas que siguen sufriendo discapacidad tras la extracción del coágulo pueden mejorar con este procedimiento.
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