El Ejército de Estados Unidos planea utilizar miles de drones de combate autónomos contra China
La Subsecretaria de Defensa de EE.UU. ha puesto en marcha una iniciativa pionera denominada programa “Replicator”, cuyo objetivo es desplegar rápidamente un gran número de vehículos aéreos no tripulados de combate autónomos e inteligentes en un plazo de 18 a 24 meses para servir de elemento disuasorio contra una posible invasión china de Taiwán.
La Subsecretaria de Defensa, Kathleen Hicks, explicó en un reciente discurso que el programa “Replicator” pretende contrarrestar la ventaja predominante de China, que reside en su mayor cantidad: más barcos, más misiles y una población más numerosa. También señaló que Rusia parecía poseer una ventaja similar antes de su invasión de Ucrania en febrero.
Priorizar la estrategia y la innovación frente a un compromiso militar temerario
Continuó diciendo que Estados Unidos no emplea a sus ciudadanos de forma temeraria en acciones militares, a diferencia de algunos de sus competidores. En lugar de ello, la nación sobresale superando a sus adversarios mediante un pensamiento, una planificación estratégica y unas maniobras superiores. Según ella, la verdadera ventaja comparativa reside en la innovación y la determinación del pueblo estadounidense.
Por tanto, no es únicamente el presupuesto anual de aproximadamente 900.000 millones de dólares, que representa alrededor del 40% del gasto militar total del mundo y es más del doble de los presupuestos combinados de China y Rusia, lo que desempeña un papel crucial, ¿verdad?
La misión de la Iniciativa Replicante: ser más inteligente y maniobrar mejor que los demás
En todo caso, la Iniciativa Replicante está diseñada para contrarrestar el enorme volumen del Ejército Popular de Liberación con una fuerza propia sustancial, pero difícil de anticipar, apuntar o derrotar. Pretendemos establecer un nuevo estándar de primera línea utilizando sistemas autónomos y rentables en todos los ámbitos, reduciendo la exposición humana al peligro y permitiendo actualizaciones y mejoras rápidas.
Por decirlo claramente, Estados Unidos se compromete a desplegar miles de drones autónomos para septiembre de 2025. Estos drones serán de varios tipos: aéreos, terrestres, marítimos e incluso algunos espaciales. Tendrán la capacidad de trabajar juntos como si fueran un enjambre o de operar de forma independiente en zonas donde la comunicación sea difícil o imposible. Y lo que es más importante, se considerarán activos prescindibles, o “attratables”.
Desarrollo ético y responsable de los robots autónomos de la Iniciativa Replicante
Además, el Subsecretario Hicks subraya que los robots autónomos resultantes de la iniciativa Replicator se desarrollarán y desplegarán de acuerdo con los principios éticos y responsables que rigen el uso de la IA y los sistemas autónomos.
No obstante, cabe señalar que, en mayo de este año, el Servicio de Investigación del Congreso puso de relieve la falta de una definición universalmente aceptada de lo que se considera un sistema de armas autónomas letal (LAWS, por sus siglas en inglés). La orientación ética del Departamento de Defensa en relación con estos sistemas es relativamente flexible, permitiendo a los mandos u operadores una discreción considerable, incluida la posibilidad de que estos dispositivos seleccionen y ataquen objetivos de forma independiente, siempre que cumplan los protocolos de diseño y ensayo adecuados.
Su objetivo implícito es disuadir a China de cualquier posible acción militar encaminada a recuperar Taiwán, que ya constituye una amenaza desde hace mucho tiempo.
Objetivo a largo plazo de la Iniciativa del Replicante
Como declaró la Vicesecretaria Hicks, “debemos asegurarnos de que los dirigentes de la República Popular China se despierten cada día, evalúen los riesgos de agresión y decidan ‘hoy no es el día’, no sólo hoy, sino todos los días, desde ahora hasta 2027, desde ahora hasta 2035, desde ahora hasta 2049 y más allá”.
Asimismo, subrayó: “Aunque Estados Unidos sigue beneficiándose de poseer plataformas grandes, sofisticadas, caras y limitadas, Replicator impulsará el progreso en la transición en curso de la innovación militar estadounidense hacia plataformas más pequeñas, inteligentes, rentables y numerosas”.
Resulta difícil predecir si participar en una competición tecnológica con el mayor fabricante de electrónica del mundo resultará estratégico, pero parece ser la dirección inevitable de la guerra. Pero una cosa es segura: Replicator tendrá un precio considerable, sobre todo cuando se pretende duplicar toda la iniciativa en sí, un objetivo declarado.
Según Hicks, “también trataremos de replicar e inculcar cómo vamos a lograr este objetivo para poder escalar lo que sea relevante en el futuro, de forma repetida y coherente”. ¿Es más fácil decirlo que hacerlo? Desde luego. Pero nos comprometemos a hacerlo realidad”.
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