Las estrellas cerebrales organizan nuestros recuerdos como un diminuto sistema de archivo

Nuevas investigaciones sobre grupos de «estrellas cerebrales» -astrocitos con forma de estrella- han modificado nuestra comprensión de la retención de la memoria. En el Baylor College of Medicine, los científicos descubrieron que los astrocitos sirven como unidades de almacenamiento de la memoria, mientras que las neuronas conocidas como engramas regulan y recuperan estos recuerdos.
Los astrocitos y la memoria
Tradicionalmente, se pensaba que las neuronas eran las únicas encargadas de gestionar la memoria. Sin embargo, según el Dr. Benjamin Deneen, profesor de Baylor e investigador principal, sus investigaciones demuestran que los astrocitos desempeñan un papel directo en el almacenamiento y la recuperación de los recuerdos.
Utilizando modelos de ratón, observaron que los astrocitos que expresan el gen c-Fos se activan cuando los ratones se enfrentan a entornos relacionados con el miedo, lo que provoca que los animales se congelen en respuesta.
Además, el equipo descubrió que los astrocitos trabajan en estrecha colaboración con las neuronas engramas, tanto física como funcionalmente. Cuando se activan, los astrocitos mejoran la comunicación sináptica en estas neuronas, impulsando el recuerdo. Los experimentos confirmaron que determinados astrocitos, ligados a distintos acontecimientos de aprendizaje, permiten recuperar recuerdos específicos.
Una vía para la recuperación de la memoria y posibles terapias
El equipo también exploró el gen del factor nuclear I-A (NFIA) en los astrocitos, revelando su importancia para la recuperación de la memoria. La supresión del NFIA bloqueó la recuperación de recuerdos específicos sin afectar a otros recuerdos. Este descubrimiento abre posibles vías de investigación para tratar enfermedades relacionadas con la memoria, como el Alzheimer y el TEPT, actuando directamente sobre los astrocitos.
A pesar de los avances, aún queda mucho por descubrir sobre la complejidad del cerebro, lo que indica que los futuros tratamientos de la memoria pueden ser más refinados que cualquier cosa imaginada en El eterno resplandor de una mente sin mácula.
Read Original Article: New Atlas
Read More: Scitke