Lanzamiento al espacio de la vela solar más avanzada

Laboratorio de cohetes
El Advanced Composite Solar Sail System (ACS3) de la NASA, a pesar de tener el tamaño de una tostadora, puede desplegar una vela de plástico ultrafina en unos 25 minutos, cubriendo una superficie de 80 m² con un brazo que se extiende desde el tamaño de una mano hasta 7 m de longitud.
Si bien no es la primera vela solar enviada al espacio, su brazo, fabricado con compuestos de polímeros ligeros y diseñado para plegarse, representa un avance significativo en la creación de velas solares más ligeras y estables.
El cohete de electrones despliega con éxito el ACS3 y el NEONSAT-1 del KAIST
Tras un retraso de 32 minutos debido a problemas técnicos, el cohete Electron lanzó con éxito el ACS3 y el NEONSAT-1 del Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea (KAIST), un satélite de observación de la Tierra.
Tras abandonar la plataforma de lanzamiento, el cohete superó la velocidad del sonido en 55 segundos y experimentó la máxima presión dinámica (Max-Q) en un minuto y siete segundos.
La primera etapa se apagó a los dos minutos y 24 segundos de vuelo, y la segunda etapa se separó cuatro segundos después. La segunda etapa se encendió tres segundos después de la separación.
A los nueve minutos y 11 segundos de vuelo, el motor de la segunda etapa se apagó, y la etapa Kick se separó cuatro segundos después. A continuación, la primera etapa realizó una maniobra orbital para asegurarse de que ardía en la atmósfera terrestre, evitando que se convirtiera en basura espacial.
NEONSAT-1 entra en órbita, ACS3 espera su despliegue síncrono al Sol
Cincuenta minutos después del lanzamiento, NEONSAT-1 se colocó con éxito en una órbita circular de 323 millas (520 km) alrededor de la Tierra. El ACS3 tuvo que esperar hasta una hora y 45 minutos después del lanzamiento para desplegarse en una órbita sincrónica con el Sol a una altitud de 600 millas (1.000 km).
El motor Curie de la Kick Stage hace posible esta flexibilidad al permitir múltiples reinicios para situar las cargas útiles en diversas órbitas sin necesidad de su propia propulsión a bordo. Una vez completadas sus tareas, la Kick Stage siguió su trayectoria para el quemado atmosférico.
Los datos recogidos en la misión de la NASA sobre las velas solares servirán de base para el diseño de velas de hasta 2.000 m², aproximadamente la mitad del tamaño de un campo de fútbol.
Aprovechando los vientos solares y maniobrando como los veleros tradicionales, estas grandes velas permitirán realizar misiones de larga distancia a velocidades impresionantes sin necesidad de propulsores tradicionales.
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