La temperatura creciente de los ríos está reduciendo el oxígeno y poniendo en peligro los ecosistemas acuáticos, según un estudio reciente

La temperatura creciente de los ríos está reduciendo el oxígeno y poniendo en peligro los ecosistemas acuáticos, según un estudio reciente

Crédito: Pixaobay


En un estudio dirigido por Penn State se revela que los ríos están experimentando un calentamiento y una pérdida de oxígeno más rápidos que los océanos. La investigación, publicado en la revista Nature Climate Change, indica que de los aproximadamente 800 ríos estudiados, el 87% mostraba tendencias hacia el calentamiento, y el 70% exhibía pérdida de oxígeno.

De acuerdo con el estudio, se prevé que los sistemas fluviales, especialmente en el sur de Estados Unidos, se enfrenten a periodos de niveles de oxígeno gravemente bajos en los próximos 70 años, lo que podría provocar una grave mortandad de especies de peces y poner en peligro la biodiversidad acuática a gran escala. Li Li, catedrático Isett de Ingeniería Civil y Medioambiental de Penn State, describió esta situación como una importante llamada de atención.

Mayor preocupación por los ríos poco profundos

Aunque el calentamiento inducido por el clima y la pérdida de oxígeno en los océanos ya son conocidos, los sorprendentes resultados del estudio sugieren que esta tendencia también está afectando a los ríos poco profundos. Esta investigación es la primera en evaluar exhaustivamente los cambios de temperatura y las tasas de desoxigenación en los ríos, con importantes implicaciones para la calidad del agua mundial y la salud de los ecosistemas acuáticos.

Utilizando inteligencia artificial y métodos de aprendizaje profundo, un equipo de investigación internacional reconstruyó datos históricos de calidad del agua, que habían sido limitados, de casi 800 ríos de Estados Unidos y Europa central. Sus hallazgos ponen de relieve que los ríos se están calentando y pierden oxígeno a un ritmo más rápido que los océanos, lo que plantea preocupaciones para la vida acuática y el bienestar de las poblaciones humanas. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica señala que la mayoría de los estadounidenses viven cerca de ríos o arroyos, lo que subraya la importancia de este problema.

Superar los retos de la evaluación de la salud fluvial


Wei Zhi, profesor asistente de investigación del Departamento de Ingeniería Civil y Medioambiental de Penn State y autor principal del estudio, explicó que la temperatura del agua de los ríos y los niveles de oxígeno disuelto son indicadores cruciales de la calidad del agua y la salud de los ecosistemas.

Ahora bien, debido a la falta de coherencia de los datos de los distintos ríos y a los diversos factores que influyen en los niveles de oxígeno de cada cuenca, ha sido difícil cuantificarlos. Para solucionar esto, el equipo de investigación desarrolló métodos innovadores de aprendizaje profundo para generar datos consistentes, facilitando comparaciones sistemáticas entre diferentes ríos.

La investigadora, que también colabora con el Instituto de Energía y Medio Ambiente de la Universidad Estatal de Pensilvania, hizo hincapié en el papel fundamental de la temperatura y el oxígeno disuelto en el mantenimiento de la vida en el agua, que sirve de sustento a todos los organismos acuáticos. Señaló que las conocidas ” impotencias ” de las zonas costeras, como el Golfo de México durante el verano, pueden no ser exclusivas de los océanos, ya que este estudio sugiere que algunos ríos pueden no albergar ya vida como antes.

Asimismo, Li señaló que la disminución de los niveles de oxígeno en los ríos, conocida como desoxigenación, contribuye a la liberación de gases de efecto invernadero y al vertido de metales tóxicos en el medio ambiente.

Un exhaustivo análisis de la tendencia de los ríos

Los investigadores utilizaron para su análisis un modelo informático que incorporaba una amplia gama de datos, como los índices anuales de precipitaciones, los tipos de suelo y la exposición a la luz solar, y que abarcaba 580 ríos de Estados Unidos y 216 ríos de Europa Central. El modelo reveló que, en las últimas cuatro décadas, el 87% de estos ríos experimentó un calentamiento, mientras que el 70% sufrió una pérdida de oxígeno.

El estudio destacaba que los ríos urbanos mostraban el calentamiento más rápido, mientras que los ríos agrícolas tenían un calentamiento más lento pero experimentaban una desoxigenación más rápida. Además, el modelo predijo las futuras tasas de desoxigenación, indicando que podrían ser entre 1,6 y 2,5 veces superiores a las históricas en todos los ríos estudiados.

Según Li, la pérdida de oxígeno en los ríos es inesperada, ya que tradicionalmente se suponía que los ríos no perdían oxígeno en la misma medida que las masas de agua más grandes, como los lagos y los océanos. Este descubrimiento alarmante es preocupante porque una vez que los niveles de oxígeno descienden significativamente, se vuelve peligroso para la vida acuática.

Según las proyecciones del modelo, en las próximas siete décadas algunas especies de peces podrían extinguirse debido a periodos prolongados de bajos niveles de oxígeno, lo que representaría una amenaza para la biodiversidad acuática en general.

Para concluir, Li destacó la importancia de los ríos para numerosas especies, incluida la humana, la necesidad de reconocerlos como un componente crucial para comprender los efectos de nuestro clima cambiante y calificó los resultados de “inquietantes”.

Los coautores del trabajo son Jiangtao Liu, de Penn State, y Christoph Klingler, de la Universidad de Investigación de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena (Austria).


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