La tecnología de Millisign guía drones con etiquetas terrestres sin pilas

NTT
Para localizarlos con precisión, los drones autónomos suelen depender de señales visuales, pero se enfrentan a dificultades en condiciones de oscuridad, lluvia o niebla, cuando no disponen de luces en tierra.
En estos casos entra en juego el sistema Millisign, creado por investigadores de la corporación japonesa NTT y la Universidad de Tokio. Millisign utiliza etiquetas RFID (identificación por radiofrecuencia) de gran tamaño, similares a las que se encuentran en diversos productos.
Aprovechar las señales de radio para la comunicación de las etiquetas
En los sistemas típicos de RFID, una etiqueta sin pilas se alimenta brevemente de una señal de radio emitida por un lector portátil de RFID. A continuación, la etiqueta utiliza una antena integrada para enviar una señal modificada al lector, transmitiendo información como el tipo de producto, la fecha de fabricación, etc.
En la tecnología Millisign, una unidad compacta de radar de ondas milimétricas montada en un dron sustituye al lector portátil. Cuando una de las grandes etiquetas de una pista de aterrizaje recibe una señal de radio de esta unidad, envía una señal de respuesta al dron.
La respuesta indica la ubicación de la etiqueta o la plataforma en relación con el dron, lo que permite a la aeronave encontrarla aunque no la vea directamente. La intensidad de la señal recibida determina la proximidad del dron a su objetivo.

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Fundamentalmente, las etiquetas Millisign incluyen reflectores en las esquinas que les permiten transmitir y recibir señales en un amplio ángulo tridimensional. En el sistema actual, una etiqueta de 292 x 600 mm puede ser detectada por un dron desde una distancia de entre 10 y 15 metros. En cambio, las etiquetas RFID convencionales, que utilizan una antena plana, tienen un alcance mucho más corto y estrecho.
Sin embargo, teniendo en cuenta todas estas ventajas, cabe preguntarse por qué los drones no pueden utilizar simplemente el GPS.
Costes elevados e infraestructura compleja
Elevados costes y una infraestructura compleja” Cuando se contempla una situación de aterrizaje que depende del GPS, la adquisición de posiciones relativas exige el uso de dos módulos GPS en un UAV (vehículo aéreo no tripulado) y un puerto de aterrizaje, junto con un canal de comunicación que los conecte. Esto conlleva importantes gastos de instalación y mantenimiento”, explica Tatsuya Iizuka, ingeniero de investigación de NTT.
Este sistema, por el contrario, sólo requiere la instalación de una etiqueta sin batería en los puertos de aterrizaje, lo que constituye una solución rentable para diversas misiones de vehículos aéreos no tripulados que se llevan a cabo en zonas con elevados costes de acceso, como rascacielos urbanos, regiones costeras y montañosas”.
Para más información sobre el sistema Millisign, consulte el vídeo adjunto.
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