La propuesta de estación espacial de Jeff Bezos supera tres pruebas clave
La Estación Espacial Internacional tiene una vida útil limitada, lo que ha llevado a la NASA a invertir cientos de millones de dólares en posibles sucesoras. Entre estas perspectivas se encuentra Orbital Reef, un proyecto de colaboración entre Blue Origin, liderada por Jeff Bezos, y Sierra Space.
La NASA anunció el miércoles que Orbital Reef logró cuatro hitos significativos en sus tecnologías cruciales, incluido un sistema diseñado para reciclar la orina de los futuros astronautas y turistas espaciales.
Angela Hart, directora del Programa de Desarrollo Comercial de la Órbita Baja Terrestre de la NASA, destacó la importancia de estos hitos para garantizar la viabilidad de un destino espacial comercial que sustente la vida humana.
Pruebas del sistema regenerativo de Orbital Reef
Los hitos se centraron principalmente en probar el sistema regenerativo de Orbital Reef, vital para proporcionar el aire limpio y el agua necesarios para la supervivencia humana a bordo de la estación espacial. Estas pruebas evaluaron la capacidad del sistema para purificar el aire, recuperar la orina para su reciclaje y gestionar los recursos hídricos.
Al igual que la Estación Espacial Internacional (ISS), que emplea un sistema comparable de reciclado de agua y oxígeno, la tecnología de Orbital Reef pretende reutilizar la orina para convertirla en agua potable. A pesar de la incomodidad inicial ante la idea, el ex comandante de la ISS Chris Hadfield destacó la pureza del agua reciclada, que supera la calidad de la mayoría del agua potable disponible en la Tierra.
Los astronautas a bordo de la ISS consumen orina reciclada desde hace unos 15 años, lo que reduce considerablemente la necesidad de transportar grandes volúmenes de agua desde la Tierra. Esta práctica no sólo reduce los costes de lanzamiento, sino que también contribuye a las medidas de ahorro para la NASA.
La futura estación espacial de Blue Origin
En cumplimiento de su objetivo de crear estaciones espaciales en órbita terrestre baja gestionadas por estadounidenses y explotadas comercialmente como sucesoras de la ISS, la NASA concedió a Blue Origin y Sierra Space 172 millones de dólares. Estas futuras estaciones servirán de destino a los astronautas de la NASA, que alquilarán alojamientos e instalaciones de laboratorio. Dado que estas estaciones serán propiedad de entidades comerciales, también podrán ser accesibles a los turistas espaciales.
“En su página web, Blue Origin describe módulos espaciosos con amplias ventanas para observar la Tierra, que ofrecen la estimulante sensación de ingravidez con el máximo confort”.
La vida útil de la Estación Espacial Internacional se acerca a su fin
Más allá de los problemas financieros, la Estación Espacial Internacional se enfrenta a problemas relacionados con el envejecimiento. Algunos ejemplos son la aparición de grietas en un módulo ruso y las fugas de aire de otra sección. Además, en los últimos años se han producido problemas como fallos en los aseos, fluctuaciones inexplicables de la temperatura y averías en el sistema de suministro de oxígeno.
La administración Biden se ha comprometido a mantener las operaciones en la ISS al menos hasta 2030. Para entonces, la NASA pretende haber realizado la transición a al menos una estación espacial de propiedad privada. Si la estrategia sigue el curso previsto, la ISS desocupada y fuera de servicio se desorbitará deliberadamente, quemándose al reentrar en la atmósfera terrestre y descendiendo finalmente al océano.
Así pues, aún hay tiempo para ahorrar y tener la oportunidad de visitar el Arrecife Orbital. Aunque no se han revelado los precios de los billetes, cabe señalar que experimentar un breve viaje al borde del espacio a bordo del cohete New Shepard de Blue Origin puede requerir decenas de millones de dólares.
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