La NASA revela las imágenes de un cúmulo estrellado en forma de árbol de Navidad
Situado a miles de años luz de la Tierra, un grupo de estrellas del cúmulo NGC 2264 está celebrando la temporada festiva, como muestran imágenes recientes de la NASA. Los astros, adornados con vibrantes luces verdes, azules y blancas, crean un espectáculo celestial en los cielos de la Vía Láctea.
Este conjunto, conocido como el “cúmulo del árbol de Navidad”, presenta una sutil base triangular con ramas que se extienden a ambos lados, reflejando la estructura de la bien conocida pícea de Noruega, una de las favoritas y tradicionales de las fiestas.
Descubriendo el cúmulo del “árbol de Navidad
Los investigadores de la NASA también han creado imágenes combinando datos de dos telescopios, el Observatorio de Rayos X Chandra y el Observatorio Wisconsin-Indiana-Yale-NOAO (WIYN). Utilizando los datos infrarrojos del Two Michron All Sky Survey, animaron las estrellas del cúmulo con centelleantes puntos azules y blancos. Tras una rotación de 160 grados desde su orientación norte original, la imagen realza ahora su parecido con un árbol de Navidad.
Además, la investigación de la NASA indica que la nebulosa, una nube espacial de polvo y gas, se encuentra a unos 2.500 años-luz de distancia, en la constelación de Monoceros, una sutil agrupación celeste a lo largo del ecuador. Dentro de la estructura de NGC 2264, numerosas estrellas varían de tamaño en comparación con el Sol, de menor a mayor, y algunas tienen menos de una décima parte de la masa solar.
Maravillas cósmicas
Además, el astrónomo germano-británico William Herschel identificó la formación en la década de 1780, que abarca aproximadamente siete años luz. La zona cercana es una prolífica fuente de estrellas recién formadas que, a lo largo de millones de años, han ido desgastando la nebulosa, según la NASA.
Numerosas nebulosas se asemejan a objetos terrestres o animales, como medusas, búhos e incluso una trompa de elefante. La NGC 6302, en Scorpius, es conocida como la nebulosa de la Mariposa, debido a sus nubes de gas que imitan el aleteo de unas alas.
Además, los investigadores examinan con frecuencia las nebulosas y sus campos magnéticos, que pueden tener su origen en partículas del interior de una estrella. Este análisis ayuda a comprender el comportamiento de las nebulosas, en particular los procesos que tienen lugar cuando las estrellas concluyen su ciclo vital y se transforman en formaciones cósmicas.
Por otro lado, los telescopios de rayos X Chandra de la NASA han contribuido a crear representaciones de imágenes comparables gracias a los campos magnéticos que generan. Según un comunicado de prensa de la NASA, los investigadores captaron una espeluznante formación de manos moradas y blancas de la nebulosa de una estrella supergigante que colapsó en una estrella de neutrones a 16.000 años luz de la Tierra.
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