La Fuerza Espacial de los Estados Unidos busca estaciones de reabastecimiento orbitales

La Fuerza Espacial de los Estados Unidos busca estaciones de reabastecimiento orbitales

Concepto artístico de una futura nave espacial de reabastecimiento orbital
Northrop Grumman


Las Fuerzas Espaciales de los Estados Unidos han seleccionado el Módulo de Reabastecimiento Pasivo (PRM) de Northrop Grumman como la opción preferida para establecer el estándar de reabastecimiento de satélites en órbita, prolongando así la duración de sus misiones bajo el Mando de Sistemas Espaciales (SSC).

Los satélites son caros de construir y lanzar al espacio, lo que lleva a los ingenieros a maximizar su longevidad. Sin embargo, la necesidad de propulsante sigue siendo una formidable limitación difícil de superar.

La mayoría de los satélites son entidades activas en órbita alrededor de la Tierra. Deben mantener una orientación específica para asegurarse de que sus paneles solares miran al Sol, sus antenas de comunicación miran a la Tierra y para evitar caídas. Además, muchos satélites necesitan modificar sus órbitas para cambiar de trayectoria o contrarrestar el deterioro orbital.

Lamentablemente, estas operaciones consumen propulsante, lo que provoca que una nave espacial multimillonaria perfectamente funcional se quede obsoleta al cabo de pocos años.

Avances en las tecnologías de mantenimiento en órbita

Para hacer frente a este reto, Northrop Grumman y otras empresas han sido pioneras en el desarrollo de módulos de servicio en órbita. Estas naves espaciales robóticas están diseñadas para encontrarse con satélites con poco combustible y rejuvenecerlos sirviéndoles como sistema de propulsión adicional. También pueden ofrecer capacidades suplementarias, como una nueva fuente de energía o reparaciones menores.

Esta posibilidad resulta especialmente atractiva para las Fuerzas Espaciales, dado el gran valor que conceden a la propulsión de los satélites. Los satélites militares suelen necesitar frecuentes ajustes de órbita para tareas como la vigilancia de la Tierra, la inspección de naves espaciales o la evitación de amenazas. Incluso si estas maniobras se realizan como parte de ejercicios de entrenamiento, los costes de propulsión pueden ser significativos.

Aunque la recarga de combustible representa una solución obvia, el reto reside en desarrollar una tecnología estandarizada que garantice la compatibilidad entre los módulos de servicio y los satélites que solicitan la recarga. Sin esta estandarización, el proceso podría parecerse a la frustración de intentar cargar un smartphone con el cable equivocado.

Normalización en las agencias espaciales

La estandarización no es un reto nuevo. Las agencias espaciales llevan más de medio siglo lidiando con esta cuestión, desde la misión Apolo-Soyuz de 1975, cuando Estados Unidos y la URSS necesitaban un mecanismo de acoplamiento común para sus naves espaciales.

En el caso de la Fuerza Espacial y Northrop Grumman, la estrategia pasa por desarrollar un sistema universal de reabastecimiento basado en el PRM (Passive Refueling Module). Este depósito sirve como punto de reabastecimiento pasivo al que pueden acoplarse los satélites del Mando de Sistemas Espaciales (SSC). Por consiguiente, las futuras naves espaciales de la SSC contarán con una interfaz compatible con el PRM, y se desplegará un PRM en una próxima misión operativa para realizar pruebas orbitales.

Además, la SSC está invirtiendo en el desarrollo por parte de Northrop Grumman del Geosynchronous Auxiliary Support Tanker (GAS-T), un buque cisterna orbital. Según Rob Hauge, presidente de SpaceLogistics en Northrop Grumman, el reabastecimiento en órbita es fundamental en el entorno espacial actual, tan disputado y congestionado. Permite a las naves espaciales seguir maniobrando para hacer frente a las amenazas, evitar los desechos y prolongar la vida útil de los satélites. Northrop Grumman, como pionera en misiones comerciales de servicio en el espacio en órbita geosíncrona (GEO), sigue comprometida con el avance de las capacidades de reabastecimiento en el espacio en colaboración con la SSC y otros socios gubernamentales.


Read the original article on: New Atlas

Read more: Gene Expression Modified: Unveiling Vulnerability to Infections in Space Travel

    Share this post