La deficiencia de un nutriente común se relaciona con daños en el ADN causantes de enfermedades

La deficiencia de un nutriente común se relaciona con daños en el ADN causantes de enfermedades

Los frutos secos, las semillas, las verduras de hoja verde y el chocolate negro son buenas fuentes de magnesio.
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Si su dieta incluye muchas verduras de hoja verde, chocolate negro, frutos secos y legumbres, es probable que esté en buena forma. Sin embargo, si estos alimentos faltan en sus comidas, debería tomar nota de un nuevo estudio que pone de relieve cómo una deficiencia mineral puede provocar cambios en el ADN.

Investigadores de la Universidad de Australia Meridional (UniSA) realizaron un estudio analizando muestras de sangre de 172 adultos de mediana edad. Descubrieron que los individuos con niveles bajos de magnesio también tenían niveles elevados de un aminoácido llamado homocisteína, considerado genotóxico y capaz de dañar el ADN humano.

El estudio también identificó una relación positiva entre niveles más altos de magnesio y niveles más elevados de folato y vitamina B12.

Un estudio de la UniSA relaciona el bajo nivel de magnesio con un mayor daño del ADN, ajustado por sexo y edad

«Nuestra investigación demostró una clara conexión entre los niveles bajos de magnesio en sangre (por debajo de 18 mg/L) y un mayor daño del ADN, incluso después de tener en cuenta factores como el sexo y la edad», afirma el Dr. Permal Deo, biólogo molecular de la UniSA y coautor del estudio.

«Se midieron los niveles sanguíneos de magnesio, homocisteína (Hcy), folato y vitamina B12, lo que reveló una relación inversa entre el magnesio y la Hcy, y una relación positiva entre el magnesio, el folato y la vitamina B12», explica el Dr. Deo. «Esto sugiere que unos niveles adecuados de magnesio en la sangre son cruciales para proteger nuestros genes de los efectos tóxicos de la homocisteína, que aumenta cuando el folato y la vitamina B12 son deficientes».

Los investigadores advierten que la combinación perjudicial de niveles bajos de magnesio y elevados de homocisteína podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades gastrointestinales, diversos tipos de cáncer, diabetes y trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer y el Parkinson.

El equipo de investigadores sugiere que los efectos perjudiciales de un nivel bajo de magnesio podrían derivarse de su papel en la degradación de la capacidad del organismo para generar energía y alimentar las células, lo que aceleraría el envejecimiento de los tejidos.

Se sabe que el magnesio, el cuarto mineral más abundante en el cuerpo humano, es vital para la correcta síntesis de ADN y ARN. Sin embargo, el impacto de la deficiencia de magnesio en estos materiales genéticos no se había investigado a fondo hasta ahora, según los investigadores.

El magnesio es vital para el ADN, contribuye a más de 300 sistemas enzimáticos y está asociado a un mayor volumen cerebral.


El magnesio no sólo es crucial para el ADN, sino que también actúa como cofactor en más de 300 sistemas enzimáticos del organismo, entre ellos los que regulan la presión arterial, gestionan los niveles de glucosa en sangre y favorecen el correcto funcionamiento de los nervios. Otro estudio realizado en Australia el año pasado también relacionó unos niveles adecuados de magnesio con un mayor volumen cerebral.

Aunque los investigadores planean explorar la ingesta dietética ideal de magnesio en futuros estudios, el Dr. Deo señala que consumir menos de 300 mg al día se considera bajo. La FDA recomienda que los adultos mayores de 31 años consuman 420 mg al día, un objetivo relativamente fácil de alcanzar mediante la dieta o los suplementos.

Por ejemplo, una onza de semillas de calabaza tostadas aporta 156 mg de magnesio, una onza de semillas de chía 111 mg y una onza de almendras 80 mg. Otras fuentes importantes son las espinacas, los anacardos, los cacahuetes y la leche de soja.


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