La contaminación por magnetita está relacionada con el Alzheimer

La contaminación por magnetita está relacionada con el Alzheimer

Un contaminante poco conocido y difícil de filtrar se ha relacionado con un elevado riesgo de Alzheimer. La única solución puede ser la descarbonización. Crédito: Pixaobay

La contaminación del aire urbano se ha relacionado sistemáticamente con diversos problemas de salud, como el cáncer de mama, los trastornos del sistema inmunitario, la osteoporosis, las dolencias cardiovasculares y la demencia. No obstante, determinar con precisión los mecanismos por los que la contaminación atmosférica contribuye directamente a estas enfermedades ha supuesto un reto importante para los investigadores.

Desde hace tiempo, los estudios epidemiológicos han revelado conexiones entre la enfermedad de Alzheimer y la contaminación atmosférica. Los habitantes de zonas urbanas muy contaminadas suelen presentar una incidencia ligeramente superior de trastornos neurodegenerativos.

Desentrañando el vínculo entre contaminación atmosférica y neurodegeneración

La investigadora principal de un estudio reciente sobre los mecanismos subyacentes a la asociación entre contaminación atmosférica y neurodegeneración, Cindy Gunawan, sugiere que los factores ambientales o de estilo de vida influyen significativamente en la mayoría de los casos de enfermedad de Alzheimer avanzada. A Gunawan le intriga especialmente un componente específico de la contaminación atmosférica.

La magnetita se encuentra en la contaminación atmosférica procedente de las emisiones de vehículos y centrales eléctricas de carbón
Depositphotos

Según Gunawan, “investigaciones anteriores sugieren que las personas que se encuentran en regiones con elevados niveles de contaminación atmosférica corren un mayor riesgo de padecer Alzheimer. Además, se han detectado mayores concentraciones de magnetita, un compuesto magnético de óxido de hierro, en los cerebros de pacientes con Alzheimer. Sin embargo, este estudio supone el primer intento de explorar si la presencia de partículas de magnetita en el cerebro se correlaciona con los síntomas del Alzheimer”.

Desvelando el papel de la magnetita en la contaminación cerebral

Un importante estudio introdujo en 2016 una hipótesis sorprendente en relación con las partículas de magnetita en el cerebro humano. Analizando muestras de tejido cerebral de 37 individuos fallecidos, la investigación reveló una abundancia de partículas de magnetita en el tejido de la corteza frontal, procedentes predominantemente de la contaminación. A diferencia de la magnetita formada de forma natural, las partículas procedentes de la contaminación atmosférica presentaban una estructura distinta. Sorprendentemente, las partículas derivadas de la contaminación atmosférica superaban en una proporción de 100 a 1 a las de origen natural en la mayoría de los cerebros humanos.

Nanopartículas tóxicas de la contaminación atmosférica descubiertas en el cerebro humano – explica la profesora Barbara Maher.

Una hipótesis sugiere que la magnetita presente en la contaminación atmosférica puede aumentar significativamente el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.

Comprender la exposición del cerebro a la magnetita

Según Kristine McGrath, coautora del estudio de la Universidad Tecnológica de Sídney, la magnetita, un contaminante atmosférico habitual en procesos de combustión como los gases de escape de los vehículos y las centrales eléctricas de carbón, puede penetrar en el cerebro por inhalación.

Los investigadores examinaron los efectos de la exposición prolongada a la magnetita, el hierro y el gasóleo en ratones con predisposición al Alzheimer. Descubrieron que, si bien todas las exposiciones a la contaminación tenían efectos negativos, la magnetita provocaba específicamente un aumento de la ansiedad, el estrés, la pérdida de células neuronales, la inflamación y el estrés oxidativo, signos característicos del Alzheimer.

Para concluir, estos resultados se suman a las pruebas que demuestran que la contaminación atmosférica es perjudicial para el cerebro, lo que sugiere que los niveles de magnetita deberían formar parte de las nuevas normas de calidad del aire. Sin embargo, es importante señalar que todos estos contaminantes nocivos proceden de las mismas fuentes: las emisiones de los vehículos y las centrales eléctricas de carbón.


Read the original article on: New Atlas

Read more: The Risk Of Dementia Could Be Raised By Air Pollution Exposure

    Share this post