La ciencia explica por qué no se puede hacer hula hula

Un estudio reciente sugiere que la forma de tu cuerpo puede influir más en tu habilidad con el hula-hula que tu técnica, y los resultados también pueden influir en los avances de la robótica y la ciencia de la energía.
Investigadores de la Universidad de Nueva York (NYU) realizaron experimentos con hula-hula robóticos con formas corporales básicas, examinando cómo las variaciones en su forma y movimientos influían en la física del aro giratorio.
Identificación de las formas y movimientos corporales que mantienen el aro en posición vertical
El matemático Leif Ristroph, de la Universidad de Nueva York, explica: «Nos centramos en identificar qué formas y movimientos corporales podían mantener el aro en posición vertical con eficacia y qué limitaciones y requisitos físicos implicaban».
La forma del robot influye en el éxito del hula hula más que la sección transversal o el movimiento
La forma de la sección transversal del robot (circular o elíptica) y su movimiento de giro no afectaron a su capacidad para hacer hula hula. Sin embargo, la forma general del robot desempeñó un papel importante a la hora de mantener el aro elevado durante más tiempo.
Las formas de robot más eficaces presentaban «caderas» inclinadas que ayudaban a elevar el aro y una «cintura» estrecha para estabilizarlo. La forma de pera, por ejemplo, resultó más eficaz que la de bombilla.
«La gente tiene una gran variedad de tipos de cuerpo, y algunos tienen los rasgos inclinados y curvados en las caderas y la cintura, mientras que otros no», dice Ristroph.
«Nuestros hallazgos podrían ayudar a explicar por qué algunos individuos son naturalmente buenos en el hula hooping, mientras que otros tienen que esforzarse más».

La velocidad inicial es clave para el éxito del hula hula
Los investigadores también examinaron cómo se inicia el hula hooping. Como sabe cualquiera que lo haya probado, la velocidad inicial es vital: si es demasiado lenta, o se combina con un movimiento giratorio que carece de velocidad, el aro simplemente se caerá.
El equipo desarrolló modelos matemáticos para explicar los movimientos observados y extender sus hallazgos a otros tipos de movimiento. Estos modelos podrían ser útiles en situaciones en las que los objetos se mueven y controlan sin contacto directo.
Por ejemplo, el posicionamiento de robots mediante el movimiento y la captación de energía de las vibraciones en sistemas mecánicos son dos áreas en las que los principios del hula hooping óptimo podrían orientar futuras investigaciones.
Por el momento, parece que gran parte de la habilidad para hacer hula hula puede atribuirse a la forma del cuerpo. Incluso actividades tan sencillas como ésta pueden revelar fascinantes conocimientos científicos cuando se examinan de cerca.
«Nos sorprendió que una actividad tan popular, divertida y saludable como el hula hula no se hubiera comprendido a un nivel de física básica», dice Ristroph. «A medida que avanzábamos en nuestra investigación, descubrimos que las matemáticas y la física que hay detrás son bastante sutiles».
Read the original article on: Science Alert
Read more: Nobel Prize in Physics: How Hopfield and Hinton’s AI Transformed Our World