Impacto Del Cambio Climático En Los Fenómenos Meteorológicos Extremos

Impacto Del Cambio Climático En Los Fenómenos Meteorológicos Extremos

Crédito: Unsplash.

En un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el profesor Michael Mann, de la Universidad de Pensilvania, y sus compañeros de la Universidad de Clemson, la Universidad de California en Los Ángeles y la Universidad de Columbia analizan el impacto del cambio climático en el agravamiento de las situaciones de calor extremo y sequía.

La investigación aporta valiosas ideas para pronosticar la interacción entre estos fenómenos, ofreciendo a científicos y responsables políticos un enfoque más completo para prevenir y prepararse ante fenómenos meteorológicos extremos.

Analizando los efectos de la combinación de calor y sequía

Este estudio pone de relieve las nefastas consecuencias de las sequías e incendios forestales cada vez más graves observados en los últimos años. El profesor Mann señala dos ejemplos notables: los incendios forestales de California de 2020 y la temporada de incendios forestales de Australia de 2019-20, comúnmente conocida como el Verano Negro.

Estos fenómenos representan situaciones de sequía y ola de calor compuestas, en las que una región experimenta temperaturas cálidas prolongadas y escasez de agua.

Los factores mencionados pueden intensificar mutuamente sus efectos, provocando enfermedades relacionadas con el calor, escasez de agua potable y para la agricultura, reducción del rendimiento de las cosechas, aumento del riesgo de incendios forestales y estrés ecológico. Los investigadores también subrayan que el cambio climático inducido por el hombre contribuye a la frecuencia y gravedad de estos fenómenos.

Evaluación de escenarios y proyecciones

El equipo de investigación comparó dos vías socioeconómicas: el peor de los supuestos, en el que la sociedad no consigue mitigar los efectos del cambio climático, y un escenario moderado, en el que se aplican medidas conservadoras.

Según el peor de los escenarios, a finales del siglo XXI aproximadamente el 20% de la superficie terrestre mundial sufrirá unos dos episodios de HACC al año. Estos fenómenos podrían durar unos 25 días y ser cuatro veces más graves que en el período de referencia observado recientemente.

En contraste, la frecuencia media de eventos CDHW en el periodo de referencia fue de aproximadamente 1,2 eventos al año, con una duración inferior a diez días y una gravedad menor. Geográficamente, se prevé que regiones como el este de Norteamérica, el sureste de Sudamérica, Europa Central, África Oriental, Asia Central y el norte de Australia experimenten los aumentos más significativos en la frecuencia de CDHW para finales de siglo. En los entornos urbanos, incluidos lugares como Filadelfia, se registrará una mayor frecuencia relativa de estos fenómenos durante el verano.

La necesidad urgente de actuar

Los científicos subrayan la importante amenaza que supondrán en las próximas décadas unos episodios CDHW más frecuentes e intensos y hacen hincapié en el impacto de las vías de reducción de emisiones sobre la gravedad de estos episodios.

Es fundamental hacer frente a los crecientes riesgos asociados a las sequías y olas de calor compuestas a medida que se desarrolla el cambio climático. El estudio subraya la importancia de las medidas proactivas, incluidas las reducciones de emisiones y las estrategias de adaptación, para aumentar la resiliencia y proteger a las regiones vulnerables de los impactos de estos fenómenos.

Las constataciones aportan un contexto científico importante para las actuales olas de calor e incendios forestales en Estados Unidos, y subrayan la urgencia de abandonar los combustibles fósiles para evitar un mayor deterioro de la peligrosa combinación de calor y sequía.


Read the original article on ScienceDaily.

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