Identificada una Mutación Genética que Puede Provocar Enfermedades Cardiacas

Un grupo de investigadores de la UTHealth de Houston ha identificado una mutación en el gen ACTA2, capaz de desencadenar la acumulación de calcio en las paredes arteriales. Este proceso puede causar la aparición precoz de la enfermedad arterial isquémica (EAC) en personas de tan sólo 30 años.
Según la Dra. Dianna Milewicz, autora principal del estudio, profesora y directora de la División de Genética Médica de la Facultad de Medicina McGovern de la UTHealth Houston, el gen ACTA2 se encarga de codificar la proteína específica que no está asociada al colesterol.
El descubrimiento de que los individuos portadores de la mutación genética mostraban niveles elevados de aterosclerosis a una edad temprana, a pesar de la ausencia de factores de riesgo convencionales, fue un hallazgo inesperado.
Desentrañar los procesos subyacentes de las mutaciones ACTA2 en la EAC de inicio precoz
Aunque la doctora Dianna Milewicz ya había establecido anteriormente una conexión entre diversas mutaciones genéticas en ACTA2 y la aparición precoz de la enfermedad arterial coronaria (EAC), esta investigación reciente arroja luz sobre los mecanismos subyacentes implicados.
La aterosclerosis es una enfermedad en la que el colesterol u otras grasas se acumulan gradualmente en las paredes de las arterias. Normalmente, no presenta síntomas hasta que se produce un infarto de miocardio o un ictus. Sin embargo, en presencia de la mutación ACTA2, que afecta fundamentalmente a las células musculares lisas que recubren las arterias, una proteína plegada incorrectamente inicia el estrés celular. Como consecuencia, este estrés desencadena la producción de colesterol y la subsiguiente formación de placa en las paredes de las arterias.
En opinión del Dr. Milewicz, la proteína mutada derivada de la mutación ACTA2 instigó el estrés en las células de las paredes arteriales durante el estudio. Pero es importante señalar que existen numerosos factores adicionales capaces de inducir estrés celular. Actualmente, los investigadores están estudiando otros factores de riesgo asociados a la enfermedad arterial coronaria (EAC), como la hipertensión, que también pueden someter a las células a estrés y activar esta nueva vía que contribuye al desarrollo de la EAC.
Consecuencias del tratamiento con estatinas en las mutaciones de ACTA2
El Dr. Milewicz subrayó la extraordinaria naturaleza de este hallazgo, destacando su novedad al afirmar: “Este descubrimiento desvela una vía completamente nueva para la aterosclerosis. Explica por qué las estatinas han sido eficaces para proteger a las personas contra los infartos de miocardio, incluso en los casos en que los niveles de colesterol en sangre están dentro de los valores normales”. En los individuos con mutaciones ACTA2, las estatinas actúan inhibiendo la producción de colesterol por las células musculares lisas sometidas a estrés”.
Los investigadores realizaron experimentos en un modelo de ratón en el que indujeron la aterosclerosis. Sorprendentemente, observaron que los ratones con la mutación ACTA2 manipulada presentaban niveles significativamente más altos de aterosclerosis que los ratones normales del ensayo. Este descubrimiento se asemeja mucho a la vía de la aterosclerosis observada en humanos.
Los investigadores descubrieron además que la enfermedad podía revertirse tratando a los ratones con pravastatina, un tipo de estatina que se utiliza habitualmente para reducir los niveles de colesterol en sangre.
Prometedora herramienta diagnóstica para la detección precoz de la aterosclerosis en mutaciones de ACTA2
La Dra. Dianna Milewicz sugirió que la imagen del calcio cardiaco podría ser una valiosa herramienta para el diagnóstico precoz de la aterosclerosis en personas con mutaciones en ACTA2. Esta información podría ayudar a los médicos a determinar la edad adecuada para iniciar el tratamiento con estatinas en estos pacientes.
A diferencia de la disminución general de los ataques cardíacos entre los estadounidenses debido a la mejora de los medicamentos y las elecciones de estilo de vida más saludables, la enfermedad arterial coronaria (EAC) es cada vez más prevalente entre los adultos más jóvenes. De forma preocupante, las estadísticas de 2019 indican que uno de cada cinco infartos de miocardio se produjo en personas de 40 años o menos.
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