El “Nacimiento Virginal” De Un Cocodrilo Es El Primero En Los Libros De Historia De La Ciencia

Históricamente se han contado historias de nacimientos vírgenes, que consisten en la producción de crías sin fertilización. Algunos ejemplos de estas historias son el nacimiento de Marte, un antiguo dios romano, Horus, un antiguo dios egipcio, y Qi, una personaje de la antigua mitología china, de los que se dice que nacieron de vírgenes. No obstante, cabe señalar que los nacimientos vírgenes ocurren en el mundo natural.
La evidencia inicial de un parto virginal en cocodrilos americanos se ha documentado a partir del caso de una hembra solitaria de cocodrilo llamada Crocodylus acutus, que permaneció sola durante 16 años en un zoo de Costa Rica. En este tiempo, puso una nidada de 14 huevos, siete de los cuales parecían viables y fueron incubados artificialmente.
Lamentablemente, los huevos no eclosionaron con éxito, y seis de ellos contenían un contenido indescifrable. Sin embargo, un huevo contenía un feto completamente desarrollado que era genéticamente idéntico a su madre, lo que indica que se produjo sin ninguna contribución de los machos.
Si bien éste puede ser el primer caso notificado de parto virgen en cocodrilos, se han observado casos similares en otros animales del reino animal. Se ha observado que varias especies de lagartos, serpientes, tiburones y aves, incluido el cóndor de California, nacen de huevos no fertilizados.
Los diferentes mecanismos reproductivos pueden explicar el fenómeno de los nacimientos vírgenes
Los organismos pueden reproducirse sexualmente, mediante la fusión del material genético de dos progenitores, o asexualmente. De la reproducción asexual, observada en nuestros antepasados y en las plantas, se obtienen descendientes que son esencialmente clones del progenitor. Sin embargo, esta falta de variación genética limita la adaptabilidad de los individuos a entornos cambiantes, pudiendo llevar a la extinción si las condiciones se vuelven desfavorables.
Para la reproducción sexual, como se observa en los seres humanos, es necesaria la fusión del espermatozoide y el óvulo para la formación de un embrión. Desde una mayor perspectiva evolutiva, las especies que se reproducen sexualmente se consideran más avanzadas, ya que su descendencia posee una diversidad genética con combinaciones únicas heredadas de sus progenitores. Esa diversidad es crucial para la adaptación y ayuda a reducir la aparición de mutaciones genéticas perjudiciales asociadas a la endogamia.
Los nacimientos vírgenes corresponden a una forma de reproducción asexual, ya que en ellos no interviene el material genético de los espermatozoides.
Los nacimientos vírgenes corresponden a una forma de reproducción asexual, ya que en ellos no interviene el material genético de los espermatozoides
No obstante, a diferencia de otras formas de reproducción asexual, requieren un óvulo. Los óvulos no fecundados son producidos habitualmente por las hembras de varias especies y, si no se fecundan, no suelen desarrollarse y acaban desapareciendo. No obstante, los nacimientos vírgenes, conocidos como partenogénesis, se producen cuando un óvulo no fertilizado se convierte en un embrión.
No todos los descendientes de los partos vírgenes tienen la misma identidad genética que la madre, ya que depende del proceso de desarrollo del óvulo. La reproducción partenogenética puede ser medio clon o clon completo de la madre. Mientras que los medios clones se producen cuando las células embrionarias se dividen por la mitad antes de multiplicarse, los clones completos se producen cuando el embrión se ha multiplicado en su totalidad.
En consecuencia, los medios clones presentan aún menos diversidad genética que los clones completos. Los medio clones, además de carecer de la diversidad genética de los organismos producidos de forma sexual, sólo heredan la mitad de la diversidad genética de su madre.
Determinadas especies, conocidas como partenógenas facultativas, tienen la capacidad de alternar entre la reproducción sexual y la asexual. Aunque dependen principalmente de la reproducción por vía sexual, pueden pasar a la asexual en determinadas circunstancias.
Los nacimientos vírgenes, que suelen dar lugar a crías hembras, se cree que se desencadenan en diversas circunstancias. Por servirnos de un ejemplo, pueden producirse cuando hay escasez de machos en el entorno. Estos casos se observan a frecuencia en animales cautivos, como el tiburón cabeciblanco, donde los individuos se mantienen en recintos de un solo macho.ración a la próxima es un aspecto esencial de la reproducción.
La transmisión de genes de una generación a la próxima es un aspecto esencial de la reproducción.
Pero incluso en presencia de machos, las hembras pueden recurrir a la partenogénesis. Los investigadores quedaron perplejos el año pasado, cuando una hembra de tiburón cebra del acuario de Chicago dio a luz a varias crías cuyo ADN no coincidía con el de ninguno de los machos de su entorno. Es posible que la especie no encontrara los machos adecuados para reproducirse.
En los casos en que las condiciones ambientales son desfavorables, la reproducción asexual, como la partenogénesis, requiere menos esfuerzo que la reproducción sexual. Las hembras no necesitan dedicar tiempo y energía a la búsqueda de pareja. Por ejemplo, se han observado numerosos casos de partenogénesis en salamanquesas, serpientes y lagartos que habitan en climas secos y duros, incluidas las regiones de gran altitud.
La reproducción asexual y el triunfo de las especies invasoras
Es posible que las hembras también se reproduzcan asexualmente para aprovechar los cambios beneficiosos de su entorno. El langosta de mejillas espinosas, originaria de Estados Unidos pero introducida en Europa, se reproduce asexualmente y se extiende rápidamente por los cursos de agua europeos. Las bacterias invasoras suelen tener ventajas sobre las especies locales, como mayor tamaño y fuerza, y la partenogénesis puede favorecer aún más su éxito.
El progreso de la tecnología de pruebas genéticas ha facilitado la identificación de la partenogénesis en un número creciente de especies. Esto ha llevado a los investigadores a descubrir que hay más especies con capacidad para tener partos vírgenes de lo que se creía hasta ahora.
La descubrimiento de la partenogénesis en el cocodrilo americano indica una posible conexión ancestral compartida con los arcosaurios, un grupo de reptiles dominantes que incluye a los dinosaurios, los Pterosaurios (reptiles voladores), las aves y los cocodrilos. Considerando que la partenogénesis se da en aves y cocodrilos, es plausible especular con la posibilidad de que los dinosaurios también experimentaran nacimientos vírgenes.
El cocodrilo madre virgen evoca una escena de la película Parque Jurásico, en la que los científicos pretenden controlar la reproducción de la población del parque asegurándose de que todos los dinosaurios nazcan hembras, impidiendo así la reproducción natural. No obstante, como el experto en teoría del caos Dr. Ian Malcolm, interpretado por Jeff Goldblum, afirma acertadamente en la película, “la vida encuentra un camino”.
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