El Misterioso Mar Muerto: Un enigma salado

El Mar Muerto, situado entre Jordania, Israel y Palestina, no es un mar cualquiera. Es más bien una gran bañera salada sin desagüe. Imagínatelo.
¿Por qué tan salado?
Pues por la sal. El Mar Muerto absorbe el agua del río Jordán, pero no la expulsa. Así que, cuando el agua se evapora, deja atrás un montón de sal y minerales. Por eso es 9,7 veces más salado que el océano: ¡qué salado!
La culpa es de los humanos
El ser humano tampoco ha ayudado. Hemos construido presas y canales que alejan el agua dulce del Mar Muerto. Menos agua dulce significa más salinidad. Además, el clima cálido y los manantiales ricos en minerales que rodean el Mar Muerto contribuyen a su salinidad.
El lugar más salado
El Mar Muerto es muy salado, pero hay un lugar más salado: el estanque de Gaet’ale, en Etiopía. Es tan salado que se puede flotar sin esfuerzo, como en el Mar Muerto. Eso es salado con mayúsculas.
Encogerse y salarse
El Mar Muerto no sólo es salado, ¡también se encoge! Cada año pierde 1,2 metros de agua por culpa de los humanos. A medida que se encoge, se vuelve aún más salado. Los científicos han observado que la sal se acumula en el lecho del lago como una nevada salada.
Vida diminuta y mares rojos
A pesar de su nombre, el Mar Muerto no está totalmente muerto. Alberga formas de vida microscópicas capaces de soportar la sal. A veces, tras fuertes lluvias, la capa superior de agua se vuelve menos salada y florecen algas diminutas (Dunaliella parva) que tiñen el mar de rojo con bacterias. Puede que el Mar Muerto sea salado y se esté reduciendo, pero sigue estando lleno de sorpresas, como un gran rompecabezas salado que espera ser resuelto.