El mayor estudio realizado hasta la fecha revela una disminución de las funciones cerebrales en los consumidores de cannabis más jóvenes

El mayor estudio realizado hasta la fecha revela una disminución de las funciones cerebrales en los consumidores de cannabis más jóvenes

Cannabis use can interfere with young adults’ brain functioning. Credit: Pixabay

El estudio más amplio realizado hasta la fecha sobre los efectos del cannabis en jóvenes de 18 a 36 años revela que la droga puede alterar la función cerebral durante las pruebas cognitivas. Estas conclusiones pretenden ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre el consumo de cannabis.

Con la creciente legalización del cannabis tanto para uso medicinal como recreativo, continúa el debate sobre su seguridad, especialmente para los adultos jóvenes. Dado que el desarrollo del cerebro se extiende hasta mediados o finales de la veintena, la adolescencia sigue siendo un periodo crucial para el crecimiento cognitivo.

Los estudios anteriores sobre el consumo de cannabis y la función cerebral en adultos jóvenes han sido limitados en escala, pero un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Colorado es el mayor realizado hasta la fecha.

«A medida que el consumo de cannabis sigue aumentando en todo el mundo, comprender sus efectos sobre la salud humana se ha vuelto cada vez más importante», dijo Joshua Gowin, PhD, profesor asistente de radiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado en el Campus Médico Anschutz. «Al examinar tanto los beneficios como los riesgos, podemos ayudar a las personas a tomar decisiones informadas y comprender plenamente las posibles consecuencias».

Datos demográficos y recopilación de datos de los participantes

El estudio analizó los datos de 1.003 adultos de entre 22 y 36 años, incluyendo escáneres de resonancia magnética, resultados de toxicología en orina y consumo de cannabis autodeclarado. Los participantes tenían una edad media de 28,7 años, y el 53,1% se identificaba como mujer. La muestra era predominantemente blanca (76%), pero también había participantes negros (13,7%) y asiáticos (6,3%).

Para determinar el consumo reciente de cannabis, los participantes proporcionaron una muestra de orina el mismo día de su resonancia magnética, en la que se analizó un metabolito del THC. Un resultado positivo los clasificaba como consumidores recientes. También se evaluó el consumo de cannabis a lo largo de la vida: los grandes consumidores habían consumido cannabis 1.000 veces o más, los consumidores moderados entre 11 y 1.000 veces, y los no consumidores menos de 10 veces. Las resonancias magnéticas midieron la actividad cerebral mientras los participantes completaban siete tareas cognitivas que evaluaban la emoción, el procesamiento de recompensas, la función motora, la memoria de trabajo, el lenguaje, el razonamiento lógico y la cognición social.

Los resultados revelaron que tanto el consumo reciente de cannabis como el consumo excesivo a lo largo de la vida estaban relacionados con un descenso estadísticamente significativo de la actividad cerebral, pero sólo durante la tarea de memoria de trabajo.

Joshua Gowin, PhD, said large, long-term studies are needed to better understand how cannabis affects the brain
University of Colorado Anschutz Medical Campus

Demografía de los participantes y recogida de datos

«Aplicamos rigurosas normas de investigación y correcciones estadísticas para minimizar los falsos positivos», afirma Gowin. «Aunque algunas tareas insinuaban un deterioro cognitivo, sólo la tarea de memoria de trabajo mostró un efecto significativo».

La memoria de trabajo almacena y recupera temporalmente información para la toma de decisiones y el comportamiento, como seguir instrucciones o seguir una conversación.

Los grandes consumidores de cannabis mostraron una actividad cerebral reducida en tres regiones clave: el córtex prefrontal dorsolateral y dorsomedial y la ínsula anterior, todas ellas cruciales para el razonamiento, la emoción y el comportamiento social.

Los investigadores sugieren que los consumidores recientes pueden beneficiarse de la abstinencia antes de realizar tareas cognitivamente exigentes. Sin embargo, los consumidores habituales pueden sufrir síntomas de abstinencia, que también podrían afectar al rendimiento.

«El periodo de abstinencia ideal no está claro, pero los efectos cognitivos pueden persistir de dos a cuatro semanas, y el síndrome de abstinencia en consumidores habituales puede durar una semana o más», señalaron.

El estudio no puede confirmar una relación causal entre el cannabis y la función cerebral y se limita a adultos jóvenes. También carecía de datos sobre la potencia del THC, el contenido de CBD y los métodos de consumo.

«Todavía queda mucho por aprender sobre el impacto del cannabis en el cerebro», dijo Gowin. «Se necesitan estudios a largo plazo para comprender sus efectos duraderos y las diferencias entre grupos de edad».


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