El Fútbol Femenino Se Clasifica Igual De Bien Que El Masculino
Aunque el fútbol femenino está en auge y bate récords de interés de los aficionados, de asistencia y de ingresos, sigue estando por detrás del masculino en varios aspectos. Si examinamos la cobertura mediática, las inversiones financieras o la generación general de ingresos, el fútbol masculino sigue superando al femenino. Las razones de esta disparidad plantean preguntas importantes.
¿Influyen los estereotipos de género en la creencia en la superioridad del deporte masculino?
El investigador Carlos Gómez, del Departamento de Administración de Empresas y autor del estudio, señala que existe una creencia común según la cual la gente asume que los deportes de hombres son superiores a los de mujeres debido a que los hombres suelen ser más altos, más fuertes y más rápidos. Sin embargo, plantea una pregunta que invita a la reflexión: ¿Podría esta percepción de la calidad estar influida por los estereotipos de género?
En los deportes, incluso en los dominados por los hombres, las atletas femeninas se enfrentan a un minucioso escrutinio de sus habilidades, encontrándose regularmente con críticas sobre su talento y dureza. Los comentarios sexistas que denigran los deportes femeninos tachándolos de aburridos, lentos y poco atractivos son cada vez menos frecuentes, pero aún persisten.
Repercusiones de los estereotipos negativos, la cobertura mediática y la inversión financiera en la percepción del deporte femenino
Estos esterotipos negativos, junto con una cobertura mediática inadecuada y una menor inversión financiera, pueden crear la percepción de que los deportes femeninos son inferiores a los masculinos, lo que influye en la forma en que evaluamos el rendimiento de las atletas.
Un experimento realizado por investigadores de la UZH pretendía averiguar si las personas valorarían de forma diferente la calidad del fútbol femenino y masculino si no se pudiera identificar el sexo de los jugadores. Participaron en el estudio 613 personas a las que se mostraron vídeos de jugadores profesionales de fútbol femenino y masculino, entre ellos figuras tan conocidas como Alex Morgan y Luka Modrić.
La evaluación del rendimiento de los jugadores con vídeos en los que se oscurecía y no se cambiaba el género
En uno de los grupos, se ocultó intencionadamente el sexo de los jugadores, lo que impidió a los espectadores discernir si observaban a hombres o mujeres. Los vídeos del grupo de control no se modificaron, lo que permitió a los participantes ver el sexo de los jugadores. Después de ver cinco vídeos de jugadores de ambos sexos, cada participante valoró la actuación de los jugadores con una escala de cinco puntos.
Como consecuencia, los vídeos con jugadores masculinos recibieron puntuaciones significativamente más altas sólo cuando los participantes conocían el sexo de los jugadores. Sin embargo, cuando el género estaba difuminado y no se distinguía la identidad de los futbolistas, no había diferencias significativas en las puntuaciones entre los vídeos de hombres y mujeres.
El investigador principal, Carlos Gómez, llega a la conclusión de que estos resultados cuestionan la suposición de que la menor demanda de fútbol profesional femenino se atribuya únicamente a la calidad de las actuaciones de las jugadoras. En su lugar, sugiere que el fútbol femenino, junto con otros deportes de equipo posiblemente femeninos, aún no ha alcanzado todo su potencial económico. A medida que crece la expectación por acontecimientos como la Copa Mundial Femenina, este estudio aporta valiosas ideas a los debates sobre la calidad percibida del fútbol entre las mujeres.
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