El Curiosity Rover aporta nuevos datos sobre cómo Marte se convirtió en un planeta inhabitable
Los datos recogidos por el rover Curiosity de la NASA en Marte están revelando nueva información sobre cómo el Planeta Rojo se volvió inhabitable en un pasado lejano, atribuido a un clima cambiante que provocó la evaporación del agua superficial o su atrapamiento en forma de hielo.
No hace mucho, el concepto de vida en Marte era ampliamente aceptado. En el peor de los casos, Marte era visto como un planeta moribundo, pero no totalmente sin vida. En sus novelas, Edgar Rice Burroughs imaginaba a exóticos marcianos cabalgando en patinetes de ocho patas por yermos fondos marinos, mientras que H.G. Wells imaginaba Marte como el hogar de seres altamente inteligentes que construían máquinas de guerra para invadir la Tierra. Mientras tanto, científicos serios discutían sobre la existencia de canales en Marte, especulando si se trataba de extensos sistemas de irrigación destinados a transportar agua desde los polos a las ciudades del ecuador.
Hasta bien entrados los años 50 y 60, persistía la creencia de que existía alguna forma de vida en Marte. Incluso los científicos que sostenían que Marte era un planeta estéril seguían pensando que podría albergar musgos, líquenes y otra vegetación limitada.
Hoy en día, se considera que Marte es tan poco acogedor para la vida que el descubrimiento de una sola mancha de líquenes probablemente le valdría a alguien un Premio Nobel.
La búsqueda de vida en Marte
Más de cincuenta años de exploración directa de Marte por una flota de orbitadores y aterrizadores robóticos han confirmado que se trata de un planeta sin vida en el que, si alguna vez existió, probablemente no fue más compleja que las bacterias que se extinguieron hace unos dos mil millones de años. No obstante, hay quien mantiene la esperanza de que aún sobrevivan microbios extremófilos en algún oasis profundamente enterrado.
La dura superficie marciana
En cuanto a la superficie, la mayor parte de la atmósfera marciana ha sido eliminada por los vientos solares, por lo que las montañas y llanuras de Marte son tan áridas que hacen que los desiertos más secos de la Tierra parezcan selvas tropicales. La extrema sequedad y la constante radiación cósmica también han dado lugar a una peculiar y destructiva composición química del suelo.
Hace unos cuatro mil millones de años, Marte tenía una atmósfera mucho más densa, abundante agua, lagos y ríos caudalosos, con cerca de un tercio de su superficie cubierta por un océano poco profundo. Aunque la duración y estabilidad de estas condiciones son inciertas, se trataba de un entorno mucho más favorable para la vida que el actual.
Comprender los drásticos cambios climáticos es esencial para descifrar la historia de Marte. Los recientes descubrimientos del rover Curiosity, incluidos los carbonatos recogidos en el cráter Gale, de 96 millas de ancho y formado por el impacto de un meteorito hace entre 3.500 y 3.800 millones de años, arrojan luz sobre esta transformación.
Historia del agua en el cráter Gale
Las evidencias geológicas muestran que el cráter Gale contuvo agua en el pasado, lo que dio lugar a la presencia de minerales como arcillas, sulfatos y carbonatos. Curiosity recogió estas muestras utilizando su brazo robótico y las analizó con sus instrumentos Sample Analysis at Mars (SAM) y Tunable Laser Spectrometer (TLS).
Los carbonatos son importantes para los estudios climáticos porque los isótopos más pesados tienden a permanecer mientras que los más ligeros escapan durante su formación. Las proporciones de estos isótopos proporcionan un registro del clima marciano, incluida la temperatura, la acidez del agua y la composición del agua y la atmósfera.
David Burtt, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA, declaró: «Los valores isotópicos de estos carbonatos indican una evaporación extrema, lo que sugiere que probablemente se formaron en un clima que sólo podía albergar agua líquida transitoria. Nuestras muestras no apoyan la idea de un entorno antiguo con vida en la superficie, aunque no descartan la posibilidad de una biosfera subterránea o que existiera antes de que se formaran estos carbonatos.»
Perspectivas sobre la formación de carbonatos
La NASA señala que las proporciones isotópicas sugieren dos procesos para la formación de carbonatos: uno durante los ciclos húmedo/seco y otro en agua altamente salina bajo condiciones frías, de formación de hielo. Esto sugiere que Marte puede haber pasado por ciclos de habitabilidad e inhabitabilidad o que el agua restante se fue encerrando cada vez más en el hielo, y el líquido superviviente se volvió tan salado e inhóspito como el Mar Muerto. Una combinación de estos procesos es el escenario más probable.
«Los valores más altos de isótopos de carbono y oxígeno encontrados aquí, en comparación con los medidos anteriormente en la Tierra o Marte, sugieren que se produjo un proceso (o procesos) a un nivel extremo», dijo Burtt. «Mientras que la evaporación puede alterar significativamente los isótopos de oxígeno en la Tierra, los cambios observados en este estudio fueron de dos a tres veces mayores. Esto indica dos cosas: 1) Un nivel extremo de evaporación fue responsable de llevar estos valores isotópicos a niveles tan pesados, y 2) Los procesos que producirían valores isotópicos más ligeros deben haber sido considerablemente menos significativos.»
Read the original article on: New Atlas
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