El consumo de carne se relaciona con un riesgo genético de cáncer de intestino

El consumo de carne se relaciona con un riesgo genético de cáncer de intestino

Las variantes genéticas se han relacionado con un mayor riesgo de cáncer colorrectal en personas que consumen mucha carne roja y procesada.
Crédito: Pixaobay


Conscientes de la relación entre el consumo de carne roja y procesada y las tasas de cáncer colorrectal, pero sin comprender sus mecanismos biológicos, los investigadores han señalado recientemente dos indicadores genéticos que podrían dilucidar esta conexión. Conocer la evolución de la enfermedad y los genes implicados podría ayudar a diseñar medidas de prevención más eficaces.

En el mundo, el cáncer de intestino, también conocido como cáncer colorrectal, es el tercer cáncer más frecuente y la segunda causa de mortalidad por cáncer. Además, su incidencia entre los individuos más jóvenes está aumentando, según informa la Sociedad Americana del Cáncer (ACS), y aproximadamente el 20% de los diagnósticos en 2019 se producirán en pacientes menores de 55 años, una cifra que casi duplica la tasa registrada en 1995.

Desvelan los vínculos genéticos entre el riesgo de cáncer y el consumo de carne roja

Investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la USC han descubierto recientemente dos genes asociados al riesgo de cáncer, especialmente vinculados al consumo de carne roja y procesada. Mariana Stern, autora principal, señaló: “Estos hallazgos implican que un subgrupo de la población puede tener un riesgo elevado de cáncer colorrectal con un mayor consumo de carne roja o procesada”.

En el estudio se analizaron los datos de 29.842 casos de cáncer colorrectal y 39.635 controles de 27 estudios. Los participantes se clasificaron en función de su consumo de carne roja o procesada, y los que consumían las cantidades más elevadas se enfrentaban a un riesgo de cáncer colorrectal un 30% y un 40% mayor, respectivamente. El estudio no tuvo en cuenta la variabilidad genética, que podría aumentar el riesgo en determinadas personas.

Los investigadores recopilaron datos de ADN de cada participante, centrándose en más de siete millones de variantes genéticas. Realizaron un análisis exhaustivo para examinar la interacción entre el consumo de carne roja y el riesgo de cáncer a nivel de todo el genoma. Los investigadores evaluaron los polimorfismos de nucleótido único (SNP) como marcadores biológicos para identificar los genes asociados a la enfermedad.

Variantes genéticas y riesgo de cáncer colorrectal en relación con el consumo de carne roja

Los investigadores analizaron los polimorfismos de nucleótido único (SNP) de los participantes para evaluar si determinadas variantes genéticas influían en el riesgo de cáncer colorrectal de quienes consumían más carne roja. Identificaron dos SNP asociados a un riesgo de cáncer alterado: uno cerca del gen HAS2 en el cromosoma 8 y otro en el cromosoma 18, parte del gen SMAD7.

El genes HAS2 está implicado en la modificación de las proteínas celulares y se ha relacionado anteriormente con el cáncer colorrectal, pero no con el consumo de carne roja. Los individuos con una variante común de este gen, presente en el 66% de la población, presentaban un riesgo de cáncer colorrectal un 38% mayor con un mayor consumo de carne roja. En cambio, las personas con una variante menos frecuente no experimentaron un mayor riesgo de cáncer a pesar de un consumo elevado de carne roja.

SMAD7 regula la hepcidina, una proteína implicada en el metabolismo del hierro. Dado que las carnes rojas y procesadas contienen hierro hemo, fácilmente absorbible por el organismo, los investigadores sugirieron que las distintas variantes de SMAD7 podrían afectar al procesamiento del hierro, influyendo así en el riesgo de cáncer.

La autora principal, Mariana Stern, declaró: “Una hepcidina desregulada puede provocar un aumento de la absorción de hierro y una sobrecarga de hierro en las células.”

Riesgo de cáncer colorrectal en relación con las variantes del gen SMAD7 y el consumo de carne roja

Los individuos con dos copias de la variante más común del gen SMAD7, presente en aproximadamente el 74% de la población, presentaban un riesgo de cáncer colorrectal un 18% mayor con un consumo elevado de carne roja. Sin embargo, aquellos con una copia de la variante común o dos copias de una variante menos común se enfrentaban a riesgos de cáncer significativamente mayores: 35% y 46%, respectivamente.

Estos resultados sugieren que el riesgo de cáncer colorrectal varía en función de las variantes genéticas de los individuos que consumen carne roja, y ofrecen información sobre los posibles mecanismos de desarrollo de la enfermedad”, señala Joel Sánchez Méndez, coautor del estudio.

Los resultados del estudio no establecen definitivamente una relación causal entre estas variantes genéticas y el consumo de carne roja y procesada.

” Esto ofrece importantes elementos de reflexión”, subrayó Stern. ” Realizamos estos estudios de interacción gen-ambiente cuando existe una conexión clara entre un factor ambiental y una enfermedad, pero los mecanismos intermedios siguen sin estar claros”.

Estos investigadores se proponen llevar a cabo estudios experimentales para consolidar las pruebas del impacto de la desregulación del metabolismo del hierro en el desarrollo del cáncer colorrectal.


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