Diseñadores de naves espaciales encargados de crear naves de una generación que salta de estrella en estrella

NASA/Rick Guidice
Si alguna vez has soñado con diseñar una nave espacial que lleve a los humanos a otro sistema estelar durante siglos, ésta es tu oportunidad. El Concurso de Diseño del Proyecto Hyperion anima a los equipos a desarrollar conceptos de naves de generación: naves autosuficientes construidas para viajes interestelares de larga duración.
La colonización de otros planetas se ha propuesto a menudo como una salvaguarda frente a situaciones de extinción, como el impacto de asteroides. Sin embargo, al no existir opciones habitables dentro de nuestro sistema solar, la atención se centra ahora en planetas de otros sistemas estelares. El reto es inmenso: la estrella más cercana, Próxima Centauri, se encuentra a 4.246 años luz. La Voyager 1, la nave espacial más lejana de la humanidad, tardaría 70.000 años en llegar allí, y ni siquiera va en la dirección correcta.
Sin tecnologías hipotéticas como los motores warp, los viajes interestelares realistas dependen de las naves de generación. Ideadas originalmente por el pionero de los cohetes Robert H. Goddard, estas enormes naves espaciales autosuficientes funcionarían como ecosistemas cerrados, manteniendo la vida durante siglos o milenios. Sin embargo, la construcción de este tipo de naves sigue siendo una tarea monumental que requiere avances en la generación de energía, la sostenibilidad ecológica y la durabilidad de las naves espaciales.
Afrontar los retos sociales: Garantizar la armonía y la estabilidad en un viaje de un siglo
Más allá de los obstáculos técnicos, la estabilidad social a bordo de la nave plantea otro reto. Garantizar la salud mental, prevenir conflictos y fomentar una sociedad cooperativa durante cientos de años exigiría una ingeniería social sin precedentes.
Para abordar estas cuestiones, el Proyecto Hyperion lanzó un concurso mundial para diseñar una Nave de Generación para un viaje de 250 años. Equipos multidisciplinares -con arquitectos, ingenieros y científicos sociales- deberán crear un hábitat para 1.000 personas utilizando tecnologías validadas. Los diseños se valorarán en función de la gravedad artificial, el blindaje contra la radiación, la adaptabilidad y la resistencia de la sociedad.
Las propuestas incluyen un folleto de 30 páginas, diagramas técnicos y renders. La Fase 1 se cierra el 2 de febrero de 2025 y la Fase 2 el 4 de mayo. Los ganadores, que se anunciarán el 2 de junio de 2025, se repartirán premios en metálico, de los cuales 5.000 dólares corresponderán al ganador del gran premio.
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