Descubrimiento bioluminiscente: La prueba COVID-19 permite obtener resultados precisos en 1 minuto

Después de la pandemia, someterse a una prueba rápida de COVID-19 se ha convertido en algo demasiado familiar. Habitualmente, las personas tienen que esperar unos angustiosos 15 minutos antes de obtener los resultados. Sin embargo, inspirándose en los crustáceos bioluminiscentes, un innovador prototipo de prueba pretende reducir significativamente este tiempo de espera a tan sólo un minuto.
Aprovechando el brillo de la naturaleza
Se ha observado que la bioluminiscencia, la capacidad natural de emitir luz, es un fenómeno que afecta a diversos organismos del mundo natural. Desde las encantadoras linternas de hadas hasta los formidables depredadores submarinos, abundan estas luminiscencias vivientes.
Los mecanismos suelen implicar una reacción entre la enzima luciferasa y las luciferinas, una clase de proteínas. Algunas luciferinas, en concreto los compuestos del tipo imidazopirazinona (IPT), muestran una notable versatilidad al reaccionar con proteínas más allá de las enzimas convencionales.

Luz sobre COVID-19
Investigadores dirigidos por Ryo Nishihara y Ryoji Kurita, del Instituto Nacional de Tecnología y Ciencia Industrial Avanzada de Japón, estudiaron las luciferinas IPT de distintas especies con el fin de identificar posibles candidatas para una prueba de COVID-19.
Notablemente, sólo una de las 36 moléculas emitió luz al reaccionar con la proteína de la espiga, una luciferina procedente de diminutos crustáceos del género Cypridina.
Descubrimiento rápido y selectivo
En una reacción de 10 minutos, la luciferina de Cypridina emitió luz detectable con un dispositivo comercial de lectura de luminiscencia, aunque permaneció invisible a simple vista. Notablemente, esta luciferina demostró selectividad, reaccionando exclusivamente a la proteína de la espiga y no a otras seis proteínas naturalmente presentes en la saliva.
La prueba basada en la luciferina IPT demostró ser tan precisa como las pruebas existentes utilizadas en el desarrollo de vacunas para detectar la proteína de la espiga en muestras de saliva. El factor diferenciador clave fue su capacidad para ofrecer resultados precisos en tan sólo un minuto, lo que supone una mejora sustancial con respecto a los protocolos actuales de pruebas rápidas.
Un futuro brillante para las pruebas
Los investigadores prevén una novedosa plataforma de pruebas capaz de detectar rápidamente antígenos víricos sin manipulación genética ni anticuerpos. Mediante un sencillo protocolo de “mezcla y lectura”, la luciferina IPT podría añadirse a una muestra de saliva y cualquier luz emitida podría detectarse fácilmente. Este enfoque innovador se aplica a COVID-19, ya que otros coronavirus y virus de la gripe con proteínas de espiga podrían ser candidatos potenciales para este método de ensayo acelerado.
Mientras dure la batalla contra el COVID-19, el acceso a pruebas rápidas sigue siendo crucial. El éxito de este estudio allana el camino para la próxima generación de kits de pruebas, prometiendo una experiencia de análisis más rápida y cómoda, quizá incluso acompañada de una brillante sorpresa.
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