Brasil lanza una operación de salvamento urgente mientras las inundaciones causan más de 78 muertos
Autoridades del sur de Brasil trabajaron con urgencia el domingo para rescatar a las personas de las graves inundaciones y deslizamientos de tierra, marcando el peor desastre climático de la zona. La catástrofe ha causado al menos 78 muertos y 115.000 desplazados.
Ciudades enteras quedaron sumergidas bajo las aguas, aislando a miles de personas debido a días de lluvias incesantes. En Porto Alegre, la capital del estado de Rio Grande do Sul, los residentes buscaron refugio en los tejados, mientras otros navegaban por las calles inundadas utilizando canoas o pequeñas embarcaciones.
Un cóctel desastroso
Después de lo que un climatólogo describió como «un cóctel desastroso» del cambio climático y el fenómeno de El Niño, más de 3.000 soldados, bomberos y equipos de rescate entraron en acción para llegar a los residentes afectados, muchos de los cuales se encontraron atrapados sin servicios esenciales como agua corriente o electricidad.
Según las autoridades de protección civil, al menos 105 personas están desaparecidas, lo que supone el último de una serie de catástrofes meteorológicas que han afectado a este país sudamericano.
Sin embargo, el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, comparó la situación con una zona de guerra y subrayó la necesidad de adoptar un enfoque de reconstrucción posbélica. El Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, junto con varios funcionarios del gobierno, prometió el apoyo del gobierno a los esfuerzos de reconstrucción, prometiendo que se proporcionarían todos los recursos necesarios.
A parte de Porto Alegre, otras 341 ciudades y pueblos se han llevado la peor parte de las inundaciones.
Los soldados están estableciendo hospitales improvisados después de que los centros médicos regulares tuvieran que evacuar a cientos de pacientes. Mientras tanto, los civiles han organizado grupos de voluntarios para reunir suministros esenciales como chalecos salvavidas, agua y combustible.
«Cada uno contribuye a su manera», comenta Luis Eduardo da Silva, un voluntario de 32 años.
El río Guaiba alcanza niveles récord
Según las autoridades locales, el río Guaiba, que atraviesa la ciudad de 1,4 millones de habitantes, alcanzó un nivel histórico de 5,3 metros. Esta cifra superó el récord anterior de 4,76 metros, alcanzado durante las devastadoras inundaciones de 1941.
«Desde siempre, Rio Grande do Sul ha sido un punto de convergencia de masas de aire tropicales y polares», explicó a la AFP el climatólogo Francisco Eliseu Aquino. «Pero estas interacciones se han intensificado con el cambio climático, creando una mezcla catastrófica que desestabiliza la atmósfera y fomenta fuertes tormentas».
La enfermera Rosana Custodio, de 37 años, junto con su marido y sus tres hijos, huyeron de su casa inundada en Porto Alegre.
«Las aguas subieron muy rápido el jueves por la noche», contó a la AFP vía WhatsApp. «Nos apresuramos a buscar un lugar más seguro. Pero caminar no era una opción… Mi marido utilizó un kayak de bambú para remar con nuestros dos pequeños. Mi hijo y yo nadamos hasta el final de la calle”, relató.
Afortunadamente, su familia salió ilesa, pero «hemos perdido todo lo que teníamos».
Las autoridades se movilizan para las evacuaciones
Las autoridades trabajaron para evacuar los barrios inundados, empleando vehículos todo terreno y motos acuáticas para navegar por aguas que llegaban hasta la cintura en busca de personas varadas.
El gobernador Leite reconoció que su estado, uno de los más prósperos de Brasil, necesitaría importantes inversiones para la reconstrucción.
Se formaron largas colas para subir a los autobuses, aunque se suspendieron los servicios desde y hacia el centro de la ciudad.
El viernes, el aeropuerto internacional de Porto Alegre suspendió todos los vuelos hasta nuevo aviso debido a que sus pistas estaban sumergidas bajo el agua.
Un dramático rescate grabado en vídeo
El presidente Lula compartió un vídeo en el que se ve cómo bajan a un soldado a una casa en helicóptero. El soldado utilizó un ladrillo para crear una abertura en el tejado y rescató a un bebé envuelto en una manta.
La rápida escalada de las inundaciones dejó a muchos intranquilos.
«Es aterrador porque hemos sido testigos de cómo el nivel del agua subía a un ritmo alarmante», expresó Greta Bittencourt, una jugadora profesional de póquer de 32 años.
El gobernador Leite describió esta catástrofe como la más grave de la historia de Rio Grande do Sul, una región conocida por su producción agrícola de soja, arroz, trigo y maíz.
Lula, que realizó dos visitas al estado en pocos días, atribuyó el desastre al cambio climático.
Recientemente, Brasil ha sufrido una serie de fenómenos meteorológicos graves, entre ellos un ciclón en septiembre que causó la muerte de al menos 31 personas.
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