A subasta el primer microordenador del mundo

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El microordenador Q1 tenía un teclado incorporado y una pantalla de plasma
Subastas Heritage
Los limpiadores de la Universidad de Kingston (Londres) descubrieron inesperadamente el microordenador de sobremesa Q1, reconocido como el primer microordenador del mundo, mientras ordenaban cajas de almacenamiento. Ahora se subastará en Heritage Auctions, junto con un modelo posterior y una impresora.
Ocasionalmente, los momentos de serendipia nos deparan deliciosas sorpresas, como encontrar un Citroën antiguo escondido en el desván de un granero o tropezar con una copia perdida de una serie de ciencia ficción de la BBC en una cadena de televisión local de Canadá.
A veces, estos descubrimientos parecen una versión friki del Santo Grial, como ocurrió cuando tres piezas excepcionalmente raras de la historia de la informática salieron de un almacén universitario durante una limpieza.
La definición del primer microordenador
La primera definición de microordenador varía en función de la interpretación que se le dé, pero el Q1 tiene argumentos de peso para ser considerado el primer microordenador totalmente independiente del mundo, equipado con su propia pantalla y teclado incorporados.
Fue desarrollado por la Q1 Corporation de Nueva York y se basaba en un procesador Intel 8008, en lugar de los voluminosos circuitos lógicos TTL basados en transistores cableados. Gracias a este diseño basado en un microprocesador, el Q1 ofrecía funciones que suelen encontrarse en sistemas más grandes.
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El modelo Q1 Lite era una versión simplificada del Q1
Subastas
Los Q1 no alcanzaron el éxito comercial; su principal cliente fue la NASA y sólo se exportaron unos pocos. Posiblemente, las unidades descubiertas en la Universidad de Kingston proceden de un intento infructuoso de la empresa por establecerse en Gran Bretaña a finales de la década de 1970.
Los artículos a subasta
Los objetos subastados son el microordenador de sobremesa Q1 de 1972, con teclado, pantalla e impresora incorporados; un Q1 Lite de 1976, una versión simplificada sin impresora pero con teclado numérico; y una impresora de sobremesa Q1 diseñada para acompañar al Q1 Lite. La primera impresora, fabricada en metal, es notablemente más pesada que los modelos actuales.
A pesar de llevar décadas guardadas en cajas, externamente se encuentran en relativamente buen estado.
Si bien presentan cierto desgaste y decoloración, permanecen intactas, no les falta ninguna tecla y, en general, son robustas, aunque están desgastadas y polvorientas. Sin embargo, como no se han encendido ni probado, se venden «tal cual».
En estos momentos, la colección Q1 se está subastando en línea y la subasta en directo está prevista para el 24 de mayo de 2024.