Los científicos descubren un planeta gigantesco con una textura parecida al algodón de azúcar

El exoplaneta o planeta extrasolar WASP-193b, situado a 1.232 años luz de distancia, es casi un 50 por ciento mayor que Júpiter. Asombrosamente, su densidad es comparable a la del algodón de azúcar, siendo apenas superior al 1 por ciento de la densidad de la Tierra. Descrito como «una bola de diente de león», es uno de los descubrimientos más peculiares de la galaxia.

Descifrando el enigma de WASP-193b: perspectivas sobre la evolución exoplanetaria

Según el astrónomo Khalid Barkaoui, de la Universidad de Lieja (Bélgica), que dirige un equipo internacional, los exoplanetas como WASP-193b son raros pero esenciales para comprender la evolución planetaria. WASP-193b, a pesar de ser mayor que Júpiter, es el segundo planeta menos denso descubierto, después de Kepler-51d, lo que indica una anomalía significativa en el ámbito de la investigación de exoplanetas.

Barkaoui subraya que «la densidad extremadamente baja de WASP-193b desafía los modelos convencionales de gigantes gaseosos irradiados». Esta anomalía, observada entre más de cinco mil exoplanetas conocidos, incita a reevaluar los marcos científicos existentes, arrojando luz sobre las complejidades de la composición y formación planetarias.

Explorar la diversidad de cuerpos celestes más allá de nuestro Sistema Solar no sólo nos ayuda a entender nuestro propio vecindario planetario, sino que también nos permite comprender mejor la formación y evolución de los sistemas planetarios.

Los gigantes gaseosos situados cerca de sus estrellas progenitoras ofrecen una vía de investigación especialmente valiosa, ya que su presencia sugiere que se formaron en otro lugar y migraron hacia el interior. Además, la intensa irradiación de sus estrellas a menudo provoca una importante contracción con el paso del tiempo.

WASP-193b, un exoplaneta en órbita alrededor de una estrella similar al Sol, orbita más cerca que nuestro Sol. A pesar de ser similares en masa, radio, temperatura y edad, orbita más cerca, completando una órbita cada 6,25 días. Su baja densidad, similar a la del algodón de azúcar, supone un reto para los científicos.

«El planeta es tan ligero que es difícil pensar en un material análogo en estado sólido», afirma el científico planetario Julien de Wit, del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

«La razón por la que es parecido al algodón de azúcar es porque ambos son en gran medida aire. El planeta es básicamente superesponjoso».

El WASP-193b destaca entre los exoplanetas por su rara combinación de características. Pocos mundos comparten su densidad comparable, lo que arroja luz sobre cómo podrían originarse planetas tan esponjosos. La proximidad a su estrella anfitriona desempeña un papel crucial, ya que el calor de la estrella puede hacer que la atmósfera se expanda, sobre todo si es rica en hidrógeno y helio.

No obstante, esta apariencia única es temporal. Se espera que el parecido de WASP-193b con su estado actual dure sólo unas decenas de millones de años, coincidiendo con la fase más joven y caliente de la estrella. Además, el intenso calor y los vientos estelares suponen una importante amenaza para la tenue atmósfera del planeta, acelerando su disipación.

Naturaleza transitoria de la aparición de WASP-193b

A pesar de tener miles de millones de años, las propiedades observadas de WASP-193b plantean un enigma. Aunque algunos mecanismos podrían explicar cómo se mantiene hinchada su atmósfera, los modelos existentes de evolución planetaria se quedan cortos a la hora de reproducir sus características. Barkaoui señala que «resolver los misterios que rodean a WASP-193b requerirá tanto nuevas observaciones como investigaciones teóricas».

En este sentido, WASP-193b ofrece una oportunidad excepcional para realizar estudios en profundidad. Por su composición y comportamiento, es un candidato ideal para investigaciones de seguimiento, especialmente utilizando instrumentos avanzados como el telescopio espacial James Webb. Incluso una sola observación del tránsito podría proporcionar valiosos datos sobre la enigmática naturaleza de este antiguo y esponjoso mundo, desentrañando potencialmente sus secretos y ampliando nuestra comprensión de la formación y evolución planetarias.

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