Les presentamos al Hombre de Trøndelag de la Edad de Piedra
Durante la remodelación de una carretera que conducía a la granja de Fausland, en la isla de Hitra, en 1916, unos trabajadores que la estaban acondicionando con grava procedente de la orilla de la parte más interior de Barmfjorden tropezaron con huesos humanos entre la arena y las piedras.
Estos huesos pertenecían a un hombre de unos 25 años, que vivió a finales de la Edad de Piedra, hace unos 4.000 años.
Tragedia antigua desenterrada
La paleontóloga Birgitte Skar, del Museo de la Universidad NTNU, especula: «Creemos que pereció ahogado. En el momento de su muerte, el nivel del mar era 12,5 metros más alto que el actual, y el lugar donde fue hallado estaría sumergido a una profundidad de 4 metros, con algunas partes del esqueleto notablemente bien conservadas, lo que sugiere un rápido recubrimiento por arena de conchas en el lecho marino poco después de su fallecimiento.
Entre los restos óseos se recuperaron una daga y un guardabrazos. El guardabrazos, una pieza rectangular de hueso con dos perforaciones, probablemente se sujetaba a la muñeca de la mano que sujetaba el arco. Su función era proteger la muñeca del impacto de la cuerda del arco al disparar flechas.
«Estos artefactos sugieren que podría haber sido un guerrero», señala Skar. Añade, además, que es imposible determinar si el ahogamiento se produjo como consecuencia de un combate o fue accidental. Lo que es evidente es que el hombre de Hitra habitó una época tumultuosa. Hasta entonces, la mayoría de la gente vivía como cazadora-recolectora, y la agricultura no arraigó plenamente en Noruega hasta finales de la Edad de Piedra, coincidiendo con la época del hombre de Hitra.
«Aunque los elementos de la agricultura se introdujeron antes en el sur y el este de Noruega, su establecimiento en el centro y el norte del país, sobre todo en las regiones costeras, se produjo durante este periodo», explica Skar.
«Creemos que la agricultura fue introducida por emigrantes en busca de tierras, posiblemente a través de conflictos. Por lo tanto, prevemos que hubo encuentros violentos entre los habitantes indígenas y los recién llegados”, detalla Skar.
Birgitte Skar explora el impacto de los recién llegados
Los recién llegados aportaron nuevos conocimientos, como la cría de animales y la agricultura, así como una estructura social diferente. «Vivían en sociedades jerarquizadas, tenían creencias religiosas distintas y extensas redes que llegaban hasta Europa», prosigue Skar.
Esta entrada de conocimientos precipitó importantes transformaciones políticas, económicas y sociales en Noruega.
Aún quedan muchas incógnitas sobre esta época crucial de la historia escandinava, y los esfuerzos de investigación persisten. El hombre de Hitra, junto con otros numerosos hallazgos óseos, contribuye a esta investigación en curso.
Actualmente, su ADN está siendo analizado en el Centro de Geogenética de la Fundación Lundbeck, situado en la Universidad de Copenhague.
«En el Museo Universitario de la NTNU también hemos realizado análisis isotópicos que arrojan luz sobre los hábitos alimentarios del hombre de Hitra y la probabilidad de que se produjeran importantes migraciones geográficas a lo largo de su vida», explica Skar.
Skar añade: «Hemos descubierto que la mayor parte de su dieta consistía en alimentos terrestres, lo que indica que a pesar de haber sido hallado en Hitra -una zona sumergida en aquella época- consumía principalmente recursos terrestres».
Reconstrucción del aspecto del hombre de Hitra
En el Museo Universitario de la NTNU se ha reconstruido el aspecto del hombre de Hitra utilizando diversos factores. Las medidas del esqueleto sugieren que medía unos 169 cm, mientras que el desgaste dental indica una edad aproximada de 25 años en el momento de su muerte.
Algunos análisis genéticos de individuos de la misma época con perfiles de ADN similares han aportado datos sobre el color probable del pelo, la piel y los ojos del hombre de Hitra.
La investigación en curso sobre el hombre de Hitra y la sociedad en la que vivió es muy interesante y se esperan con impaciencia nuevos descubrimientos.
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