Los investigadores identifican 4 tipos de sueño y sus efectos sobre la salud

Los investigadores identifican 4 tipos de sueño y sus efectos sobre la salud

Crédito: Pixabay

Recientemente, un estudio ha desentrañado la compleja relación entre el sueño y la salud clasificando a los durmientes en cuatro tipos distintos, con el objetivo de comprender mejor su influencia en el bienestar general.

Si bien algunos estudios han indicado que un sueño inadecuado aumenta el riesgo de padecer diversas dolencias crónicas, muchos de estos estudios suelen evaluar sólo un aspecto relacionado con el sueño durante un periodo concreto, lo que puede pasar por alto información crucial.

En esta investigación se encuestó a 3.683 participantes inscritos en un estudio longitudinal continuo realizado en Estados Unidos. Los participantes fueron encuestados dos veces: inicialmente entre 2004 y 2006, y posteriormente entre 2013 y 2017. Revelaron detalles sobre sus patrones de sueño, niveles de fatiga diurna y cualquier problema de salud crónico que tuvieran.

Un estudio dirigido por la Universidad Estatal de Pensilvania revela los efectos sobre la salud de los distintos patrones de sueño

Dirigido por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, el estudio reveló que cada patrón de sueño tiene implicaciones únicas para la salud. Además, los investigadores observaron que era poco probable que los individuos alteraran sus conductas de sueño con el paso del tiempo.

En palabras de Soomi Lee, científica del sueño del laboratorio de Sueño, Estrés y Salud (STEALTH) de la Universidad Estatal de Pensilvania: “Estos resultados pueden sugerir el reto que supone modificar nuestras rutinas de sueño debido a su integración en nuestro estilo de vida general. También indican una posible falta de concienciación sobre la importancia del sueño y las prácticas de sueño saludables.”

Los investigadores clasificaron a los participantes en cuatro grupos distintos en función de diversas medidas relacionadas con el sueño.

Uno de ellos, denominado “buenos durmientes“, mantenía un régimen de sueño saludable caracterizado por un horario y una duración constantes, satisfacción, estado de alerta durante el día, horario adecuado para acostarse, inicio del sueño y vigilia eficientes y duración adecuada.

Otro grupo identificado fue el de los “dormilones defin de semana“, que solían tener una duración del sueño inferior a la media en los días normales, pero que compensaban durmiendo más los fines de semana o los días no laborables.

A continuación, había individuos clasificados como durmientes con insomnio, que mostraban síntomas típicos de insomnio como dificultad para conciliar el sueño, fatiga diurna e inicio prolongado del sueño.

La cuarta categoría era la de los dormilones, caracterizados por patrones de sueño generalmente saludables y frecuentes siestas diurnas.

En la segunda evaluación, los investigadores observaron que más de la mitad de los participantes pertenecían a los grupos de insomnes o de dormilones, es decir, a patrones de sueño considerados menos que óptimos.

El insomnio persistente se asocia a un mayor riesgo de enfermedades crónicas

Los participantes que siguieron durmiendo con insomnio durante más de una década tenían más probabilidades de desarrollar diversos trastornos crónicos de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión.

Sus autores subrayan la necesidad de redoblar los esfuerzos de concienciación sobre las ventajas de unos hábitos de sueño saludables y la relación entre un sueño deficiente y el deterioro de la salud. Destacan el importante impacto del sueño en diversos aspectos de la vida, desde la memoria hasta la creatividad.

Dormir es un comportamiento cotidiano“, explica Lee. “Además, es un comportamiento que puede modificarse. Así, si mejoramos sistemáticamente nuestros hábitos de sueño, ¿qué resultados positivos podríamos observar a lo largo de meses o incluso años?

Los datos revelaron que los adultos mayores y los jubilados tendían a dormir la siesta, mientras que los individuos con niveles educativos más bajos o que experimentaban inseguridad laboral eran más propensos a caer en la categoría del insomnio.

Estos descubrimientos subrayan la complejidad de la investigación sobre el sueño, en la que numerosos factores influyen en los patrones de sueño, que a su vez tienen efectos diversos sobre la salud. Categorizar a los durmientes en distintos tipos, como se ha hecho anteriormente, proporciona una comprensión más clara de estas relaciones.

Según Lee, la adopción de ciertas prácticas de higiene del sueño, como abstenerse de utilizar el móvil en la cama, hacer ejercicio con regularidad y evitar el consumo de cafeína a última hora de la tarde, puede mejorar la calidad del sueño.


Read the original article on: Science Alert

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