Lanzamiento histórico: El primer módulo lunar estadounidense en más de 50 años pone rumbo a la Luna

En un acontecimiento sin precedentes, el primer módulo de aterrizaje lunar estadounidense en más de cinco décadas se elevó hacia la Luna el lunes, marcando el inicio de una carrera espacial entre empresas privadas que compiten por cumplir misiones de entrega para la NASA y diversos clientes.
Viaje de Astrobotic Technology en el cohete Vulcan de ULA
El módulo de aterrizaje lunar de Astrobotic Technology viajó en el recién lanzado cohete Vulcan de United Launch Alliance. El Vulcan, surcando el cielo de Florida antes del amanecer, trazó una ruta sinuosa hacia la Luna, anticipando el aterrizaje previsto para el 23 de febrero.
El Director General de Astrobotic, John Thornton, exclamó emocionado: “Tan, tan, tan emocionado. Vamos camino de la Luna”. Astrobotic aspira a ser la primera entidad privada en lograr un alunizaje con éxito, una hazaña que sólo han conseguido cuatro países hasta la fecha. Sin embargo, se avecina competencia, ya que una empresa con sede en Houston tiene preparado un módulo de aterrizaje que podría llegar a la superficie lunar por una ruta más directa.
Inversión de la NASA y planes de exploración lunar
La NASA asignó millones tanto a Astrobotic como a la empresa de Houston para desarrollar y lanzar sus módulos de aterrizaje lunar. Estas naves espaciales privadas se encargan de realizar estudios preliminares antes de la exploración humana, al tiempo que transportan tecnología de la NASA, experimentos científicos y carga diversa. El módulo de aterrizaje Peregrine de Astrobotic, con un contrato de 108 millones de dólares, es un actor importante en esta iniciativa de exploración lunar.
La última misión estadounidense de alunizaje tuvo lugar en diciembre de 1972 con el Apolo 17. El programa Artemis, la última iniciativa de exploración lunar de la NASA, pretende devolver astronautas a la Luna en los próximos años, empezando por un sobrevuelo lunar con cuatro astronautas.
Vuelo inaugural del cohete Vulcan
La misión del lunes marcó también el largamente retrasado vuelo inaugural de prueba del cohete Vulcan, una versión mejorada del Atlas V de ULA. El éxito del lanzamiento fue celebrado por el director ejecutivo de ULA, Tory Bruno, marcando un hito importante para la exploración espacial.
Mientras que la Unión Soviética y Estados Unidos dominaron la exploración lunar en los años 60 y 70, China e India se unieron al selecto club en años posteriores. El año pasado fueron testigos de aterrizajes lunares de Rusia y una empresa privada japonesa, y SpaceX tiene previsto lanzar un módulo de aterrizaje de Intuitive Machines el mes que viene.

Desafíos y anticipación del descenso lunar
El descenso a la superficie lunar, de una hora de duración, plantea un reto considerable, que Thornton, de Astrobotic, describe como “emocionante, para morderse las uñas, aterrador todo a la vez”. Además de los experimentos de la NASA, la empresa ha iniciado su propio negocio de carga lunar, que incluye cargamentos únicos como un trozo de roca del Everest y coches de juguete de México.

Controversias y futuras colaboraciones
El lanzamiento se enfrentó a una controversia, ya que la Nación Navajo solicitó un aplazamiento debido a la preocupación por los restos humanos a bordo. Astrobotics se comprometió a abordar estas preocupaciones en futuras misiones, haciendo hincapié en la colaboración con la Nación Navajo.
A pesar de que las tarifas de carga oscilaban entre unos cientos de dólares y 1,2 millones de dólares por kilogramo, cantidad insuficiente para que Astrobotic alcanzara el punto de equilibrio en este vuelo inicial, Thornton destacó la importancia de la misión, declarando: “Los sueños y esperanzas de mucha gente dependen de esto.”
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