Lula vetó parte de la controvertida ley de pesticidas de Brasil
El Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazó el jueves secciones cruciales de una polémica ley que pretendía flexibilizar la normativa sobre el uso de pesticidas en el país.
Como gran potencia agrícola, Brasil es el mayor consumidor mundial de plaguicidas, y una gran parte de ellos se clasifican como sustancias altamente peligrosas. En noviembre, el Senado aprobó una ley que los críticos, entre ellos ecologistas y defensores de los derechos humanos, han calificado de “paquete envenenado”, tras dos décadas de polémica permanente.
El veto de Lula a las reformas de la legislación sobre pesticidas
Lula optó por vetar 14 disposiciones de una docena de artículos de una ley que pretendía facilitar el proceso de aprobación de nuevos pesticidas y otorgar mayor autoridad decisoria al Ministerio de Agricultura. La presidencia declaró que esta decisión se tomó “para garantizar una integración adecuada entre las necesidades productivas, la sanidad y el equilibrio medioambiental”.
A pesar de estos vetos, Greenpeace argumentó en un comunicado que son insuficientes para salvaguardar algunos de los aspectos más perjudiciales de la ley. La ONG ecologista expresó su preocupación por que la legislación provoque un aumento de los agrotóxicos en el suministro de alimentos y una mayor contaminación ambiental.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en 2021 el sector agroindustrial brasileño consumió casi 720.000 toneladas métricas de pesticidas, lo que representa el 20% del total mundial. El proyecto de ley de plaguicidas, presentado inicialmente en 1999, se reactivó en 2022 con el apoyo de diputados alineados con los intereses del agronegocio, el grupo de presión más influyente en el Parlamento, y respaldado por el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.
La polémica legislación genera preocupación sobre la seguridad de los pesticidas
A principios de este mes, Human Rights Watch advirtió que la legislación allanaría el camino para la rápida aprobación de plaguicidas peligrosos, eliminando las restricciones a los plaguicidas relacionados con el cáncer, la alteración endocrina, la mutación genética o el daño al sistema reproductivo. La prohibición actual sólo se aplica a los productos considerados de “riesgo inaceptable” para los seres humanos o el medio ambiente, un criterio criticado como excesivamente vago por los opositores al proyecto de ley.
La reforma de la ley introduce un proceso de análisis de riesgos, pero hay incertidumbre sobre quién lo llevará a cabo y sobre los procedimientos específicos implicados, según Suely Araujo, ex presidenta de la Agencia Brasileña de Protección del Medio Ambiente, según informa AFP.
Internacionalmente, la legislación tiene repercusiones. El uso extensivo de pesticidas por parte de los productores brasileños proporciona argumentos a quienes en Europa se oponen a un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el bloque sudamericano Mercosur. Maria Laura Canineu, directora para Brasil de Human Rights Watch, subrayó las implicaciones globales de la posición de Brasil como principal productor de alimentos con una normativa poco estricta en materia de pesticidas peligrosos.
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