“Garbatrage” Transforma Los Residuos Electrónicos En Valiosos Recursos Para La Creación De Prototipos

Residuos electrónicos en prototipos. Ilan Mandel, investigador y constructor de la Universidad de Cornell, se quedó perplejo ante una situación aparentemente ilógica: ¿cómo era posible que un hoverboard nuevo costara menos que las piezas necesarias para construirlo? Esta discrepancia le llevó a plantearse los retos del diseño y la creación de prototipos, donde los productos acabados son increíblemente baratos, pero construir algo desde cero es prohibitivamente caro. El doctorando en Ciencias de la Información de Cornell Tech tropezó sin querer con el tema de su última investigación mientras reutilizaba componentes de viejos hoverboards para crear una flota de robots en Nueva York.
Su investigación, titulada “Recapturar el producto como suministro de material: Los hoverboards como basura”, recibió una mención honorífica en el congreso Designing Interactive Systems de la Association for Computing Machinery celebrado en julio. Wendy Ju, profesora asociada del Instituto Jacobs Technion-Cornell de Cornell Tech, es coautora del trabajo y forma parte del Departamento de Ciencias de la Información de la Facultad de Informática y Ciencias de la Información Ann S. Bowers de Cornell.Residuos electrónicos en prototipos: Procesos de diseño y fabricación
En su artículo, Ju destacó que el diseño y a fabricación suelen presuponer un suministro infinito de materiales y componentes idénticos, una perspectiva errónea.
Los investigadores de Cornell, ampliando los principios del campo de la interacción entre el ser humano y el ordenador, que trata de integrar la sostenibilidad y la reutilización, introducen un concepto que denominan “garbatrage”. Este marco está pensado para constructores de prototipos y gira en torno a la reutilización de dispositivos infrautilizados. Mandel y Ju utilizan su experiencia con la reutilización de hoverboards, esos patinetes motorizados de autoequilibrio que experimentaron un aumento de popularidad en torno a 2016, como estudio de caso para ilustrar los factores económicos que hacen viable el garbatrage. Además, abogan por un cambio en la filosofía del diseño que haga hincapié en la reutilización de materiales, promueva las economías circulares y las cadenas de suministro sostenibles y, en última instancia, reduzca los residuos electrónicos.
La adopción de prácticas como el garbatrage parece llegar en un momento oportuno, impulsada tanto por la preocupación por la sostenibilidad como por los recientes retos mundiales, como la escasez de suministros y los problemas del comercio internacional.Diversificación del hardware
Según Mandel, la diversidad del hardware cotidiano es un recurso valioso. Destacó la importancia de reconocer que lo que la gente suele percibir como basura puede tener un valor significativo y convertirse en algo útil mediante un esfuerzo estratégico.
Los residuos electrónicos contienen a menudo componentes reutilizables para futuros prototipos.
Desgraciadamente, estos aparatos desechados y sus piezas contribuyen cada año a generar unos 53 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos en todo el mundo. Lo sorprendente es que sólo un 20% de estos residuos se recicla adecuadamente, lo que deja poco claro el destino del 80% restante. Un informe de la ONU de 2020 muestra que los residuos electrónicos van a parar a los países en desarrollo, donde la gente los quema para obtener metales. Además de contaminar la tierra, esta práctica supone un grave peligro para la salud pública.Por su parte, Mandel señaló que los diseñadores ocupan una posición única en la interfaz entre la industrialización a gran escala y los usuarios finales. Considera que los diseñadores están en condiciones de sacar un gran partido de los residuos electrónicos en favor de la sostenibilidad, más allá de incitar a los consumidores a reflexionar sobre sus actos.
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